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Crítica: Steve Vai «Passion & Warfare (25 Anniversary Edition)»

Steve Vai P&W 25 CD Cover
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FICHA

  • Artista: Steve Vai
  • Sello:     Epic Records / Sony Music Entertainment
  • Año:       2.016
  • Estilo:    Shred, hard rock, heavy metal, rock progresivo, new age

CALIFICACIÓN

CALIFICACIÓN TÉCNICA

  • Nivel de técnica: 6/10
  • Velocidad: 6/10
  • Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 7/10
  • Nivel de coñazo virtuosístico: -3/-10
  • Nivel resto de músicos: 6/10
  • Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 6/10
  • Calidad presentación (carátula, etc…): 1/10
  • PUNTUACIÓN: 5,5/10

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CALIFICACIÓN MUSICAL

  • Calidad musical: 5/10
  • Nivel de feeling: 7/10
  • Posibilidad de escucharlo de un tirón: 7/10
  • Ganas de hacer “headbanging”: 2/10
  • PUNTUACIÓN: 5,25/10
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PUNTUACIÓN TOTAL: 5,4/10

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INTRODUCCIÓN

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Vai Passion & Warfare era    Sin duda, este ha sido uno de los mejores años de Steve Vai; por lo menos en cuanto a número de noticias publicadas. Y es que lo hemos comentado en bastantes ocasiones, que una de las claves del éxito de Vai más allá del mundo del shred o el rock progresivo es la capacidad para gestionar su carrera y haber convertido a su nombre en una marca de prestigio.

    Pero la noticia que más ha hecho correr ríos de tinta —física u online— tanto este año como el anterior, ha sido la reedición de su mítico «Passion & Warfare» con motivo del veinticinco aniversario de su lanzamiento.
El disco más importante y controvertido de la historia del shred y la guitarra de rock instrumental ha alcanzado el cuarto de siglo y era el momento de honrarlo con una edición acorde a su importancia, además de acompañarlo de una gira en la que Vai ha tocado el álbum al completo —inclusive las canciones más experimentales— y que se está saldando con sold-outs en la mayoría de fechas.

    Los contenidos de la edición especial tal y como estuvieron el guitarrista y Sony Music anunciando durante más de un año fueron estos:

  • Álbum remasterizado a partir de las bobinas originales.
  • Segundo CD con composiciones escritas en la época comprendida entre «Flex-able» y «Passion and Warfare» y grabadas para la ocasión.
  • DVD con los vídeoclips de «Passion and Warfare» remasterizados, vídeos inéditos en directo de la época y vídeos inéditos de la grabación del disco.

    Cuando en mayo, Vai Sony empezaron a hablar de un modo más serio sobre la fecha de salida, nombres, portadas y demás, añadieron dos alicientes más al contenido extra:

  • Bonus tracks de «Passion & Warfare».
  • Canción de 20 minutos de duración que iba a ser «la mejor pieza que he creado nunca».  

    Es evidente que todo esto era más que suficiente como para ir de cabeza a la tienda de discos a comprar la edición especial, pese a que el punto uno, la remasterización a partir de las bobinas originales, era algo a todas luces innecesario, teniendo en cuenta que el álbum, a diferencia de los álbumes clásicos de shred de los 80, o incluso de los de su amigo Joe Satriani editados en la misma compañía, se grabó con la mejor tecnología existente en su momento y a día de hoy sigue sonando perfecto. Y el hecho de remasterizar podría implicar que se dejaran llevar por la temible loudness war.
Y el punto cinco, la inclusión de bonus tracks, resultaba resultaba algo inquietante, puesto que el disco funcionaba a la perfección como una novela, con su inicio, nudo y desenlace; no se concebía que tuviese más temas. Aparte está el hecho que no siempre se cumple (existiendo algunos casos de canciones eliminadas del disco que son gloriosas) pero que hay que tener en cuenta, de que si un tema no se incluye en un disco por algo será

    Y por desgracia, no todo lo prometido se ha cumplido y al final esta edición especial ha terminado por ser cutre y deficiente en muchos aspectos. Algo del todo inmerecido.

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    En esta ocasión, el análisis va a ser algo diferente. Habrán otras secciones, se hará incapié en la presentación y el audio y se analizará única y exclusivamente el contenido extra. Si hiciéramos una crítica del álbum original habría tenido con toda probabilidad un 10 en todas las categorías, además de que todo el mundo ya lo ha escuchado. Y si hiciéramos un análisis de todo el conjunto —contenido antiguo y extra—, la puntuación bajaría y sería hacerle un flaco favor a las maravillosas composiciones originales.
El único contenido extra que no analizaremos en este artículo será «Modern primitive», puesto que lo trataremos como un disco aparte y en pocos días publicaremos su correspondiente crítica.

Vai Passion & Warfare era 02.jpg

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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES

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1.- Lovely elixir. Balada que comienza con unos dramáticos acordes y un acompañamiento de arpegios oriental con la guitarra Danelectro Coral Sitar, pero es un acompañamiento un tanto engañoso, puesto que cuando entra el resto del grupo, la melodía principal de guitarra se transforma en «Europa» de Carlos Santana —dicho por el mismo Vai en los créditos del álbum—, y aunque esa melodía va oscilando entre un hard rock melódico no podemos dejar de lado el aporte o influencia del guitarrista mexicano.
Preciosa balada con el especial sonido de la Danelectro Coral Sitar que tan buenos momentos nos hizo pasar en la versión original del disco.

2.- And we are one (solo #2). Nueva balada instrumental, que oscila entre la new age con una manera de tocar y un lenguaje a la guitarra de lo más marciano, tal y como le gustaba gustaba tanto al norteamericano en aquellos tiempos.

3.- As avobe. Tercera balada como bonus track, con un gran contenido orquestal sampleado y una guitarra armonizada que puede recordar mucho al Brian May  de los Queen. Bonita, pero por su breve duración —apenas dos minutos— no es más que una buena idea que no termina de fructificar.

4.- So below. Nueva composición similar a la anterior pero con un contenido orquestal total y sin guitarras. Alegre y positiva, cabe decir que si bien en aquella época Vai ya era un excelente compositor, no fue capaz de crear una orquestación tan elaborada y cinematográfica como esta, por lo que le ayudó el compositor de bandas sonoras Niels Bye Nielsen para poderla finalizar.

Vai Passion & Warfare era 03

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ANÁLISIS DE LA MEZCLA

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    Como comenté al principio, la remasterización era algo innecesario. «Passion & Warfare» gozó de la mejor tecnología de la época, y además se adelantó al gusto de los aficionados al metal del nuevo siglo que estaba por llegar, puesto que la mezcla tuvo un volumen algo más elevado y una ecualización con más cantidad de graves de lo normal para lo que se estilaba en el año 91.
Y teniendo en cuenta la afición por las discográficas por meterse de lleno en la loudness war, me esperaba lo peor.

   La primera toma de contacto con la remasterización fue a través de Spotify, puesto que colgaron el álbum en su canal oficial una semana antes de su salida a la venta. Es cierto que Spotify —y más aún su versión estándar no premium— machaca las canciones que da gusto, dando como resultado una pésima calidad de Mp3 a 160 kbps, pero me pareció raro que no hubiese diferencia alguna entre la versión normal y la remasterizada. El motivo es que la versión final en CD no es tan diferente de la original. Al escuchar la versión remasterizada en varios en varios equipos con y sin auriculares, y en PC, se aprecia un ligero incremento en frecuencias graves y agudas. De hecho, el incremento en frecuencias agudas no se nota en según que altavoces, al haber sido un incremento pequeño. En cuanto a las frecuencias graves, sí se nota algo más, pero no es excesivo.
Insisto una vez más, ha sido una remasterización innecesaria, pero si nos ceñimos a la ecualización, el resultado ha sido respetuoso con la original y ese incremento de graves no molesta y queda bien, aunque tampoco hace resaltar ningún pasaje ni que nos entren más ganas de hacer headbanging.

    Pero ya sabemos que una cosa es ecualizar, y otra subir el volumen y comprimir. Y donde han sido respetuosos en una parte, pueden haberla fastidiado en la otra. Vamos a ver qué nos encontramos.

    Cojamos como ejemplo dos de las canciones más heavys del álbum, de las que su onda sea más regular por carecer de momentos tranquilos. «I would love to» y «Greasy kid’s stuff». Vamos a comparar en unos puntos específicos en los que hay más «bronca» sonora a ver qué ha sucedido. Primero tenéis la versión original y a continuación la nueva.

i would love toi would love to 25Greasy kid's stuffGreasy kid's stuff 25

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    Lo primero que se observa es el incremento de volumen. No es excesivo y hay que tener el oído muy entrenado para darse cuenta. Pero como se puede ver también y saltándose la norma no escrita de que ninguna grabación puede sobrepasar los 0 db’s, la versión remasterizada supera este volumen y en ciertos fragmentos de la canción el volumen «clipea».
Aunque el incremento de volumen no se note apenas, sí que se nota en los pasajes analizados una cierta confusión entre las frecuencias agudas de la guitarra y los platos de la batería, además de una casi saturación o distorsión. Aunque la norma diga que no hay que pasar de los 0 db’s, es cierto que existe un margen de maniobra antes de que el sonido empiece a distorsionar; en esos pasajes se llega prácticamente a ese límite, sin cruzarlo, pero haciendo que algo se note.

    De todas formas, podríais pensar que este efecto sucede en los temas más metaleros y sólo en ciertos pasajes. Muy bien, echemos un vistazo a dos baladas: «Ballerina 12/24» —grabada con una única guitarra— y «Sisters».

Ballerina.png

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Sister.png

Sisters 25.png

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    Y el efecto se repite de la misma manera.

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    Se agradece el hecho de no haber apretado más la onda con una compresión bestia como es habitual hoy en día, pero que se haya empleado de una forma tan extraña el compresor y el limitador (o más bien, que no se haya usado un limitador) indica un trabajo mal hecho y a toda prisa.

    Lo curioso es que el masterizador ha sido Bernie Grundman, uno de los técnicos de mastering más prestigiosos de USA, encargado del tema cuando trabajaba en A&M Records y que actualmente posee su propio estudio en Tokyo, Bernie Grundman Mastering.
Grundman ha trabajado en casi cuarenta álbumes premiados en diferentes ediciones de los Grammy, ha ganado todo los premios imaginables en el gremio y a la postre, masterizó el «Passion and Warfare» original.

    Ver para creer (u oír).

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ANÁLISIS DE LA PRESENTACIÓN

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    Vamos ahora al apartado más polémico y que personalmente, más me saca de mis casillas. Y es que en pocas ocasiones he visto una edición especial tan poco especial con una presentación tan descuidada.

    El doble álbum viene en formato digipack de cartón. Eso suele ser típico de ediciones especiales, y permite dar una imagen más lujosa que la clásica caja de plástico. Pero el problema estriba en que han optado por la versión slim, muy fina, que ya de entrada se carga todo lo dicho respecto a imagen lujosa o de prestigio.

    Podemos ver también como el marco gris ha sido ampliado, y que en la versión original era muy fino. Y lo cierto es que su ampliación queda muy bien. Pero enseguida se nos va la mirada al centro, en el cual destaca la sustitución de la guitarra original por una nueva.

SteveVai-PassionandWarfare.jpg

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    Puedo aceptar esto como una jugada comercial a la vez que imposición por parte de Ibanez. Al fin y al cabo, Vai siempre ha sido uno de sus más distinguidos embajadores, y aunque suele confiar en diferentes fabricantes para sus discos, no veréis una foto o un vídeo en directo en el que toque con otra guitarra que no sea Ibanez desde que firmara contrato con ellos.
Y la firma japonesa, aprovechando el aniversario, ha decidido editar una serie de tres nuevas guitarras «homenajeando» a las que Vai ayudó a diseñar en su momento.

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    El problema es que, al margen del «sacrilegio» que supone el cambio de guitarra por una que no destaca tanto en el entorno de la foto, Ibanez se ha lanzado a crear unas nuevas Jem en vez de reeditar algunos de los modelos más famosos que Vai usaba en los 80 y 90, con sus icónicos acabados y por los que a día de hoy se pagan auténticas fortunas en el mercado de segunda mano; señal de que el interés hacía estos instrumentos no decae.

    Sigamos. El siguiente detalle sería la sustitución del nombre Steve Vai por su versión en logo moderno, lo cual no es que sea muy molesto, pero lo que sí es molesto es lo siguiente. La foto anterior no es la que corresponde a la cubierta en sí, sino al libreto interior. Vuelvo a colgar la foto con que iniciaba este artículo.

Steve Vai P&W 25 CD Cover

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    Vamos a ver. Todos los discos tienen su código de barras y esos títulos de crédito en la contraportada. Podrá variar su disposición y tamaño, pero siempre están ahí, en la contraportada. Lo que nunca, y repito, NUNCA TIENEN QUE APARECER EN LA PORTADA.
Por otra parte, técnicamente, este lanzamiento no tiene contraportada sino que está formado por dos portadas. Tal que así:

Steve Vai P&W Outside

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    Pero y sin menospreciar a «Modern primitive«, ¿cual es el contenido principal de la edición? ¡El puñetero «Passion and Warfare»! Así que, ¿qué cojones hace ese enorme pegote en el lateral? Es sencillamente espantoso y da una sensación de cutrez enorme, además de ganas de arrancarse los ojos.

    Siguiendo con el análisis visual, al abrir el digipack es imposible no fijarse en el interior y en esas horribles marcas verticales. Imagino que es el límite para evitar que el CD no se cuele más al fondo y no pudiéramos sacarlo, pero entre esas líneas, el «contralomo» en blanco y el tacto a cartón barato, de nuevo las palabras cutrez y pobre vuelven a sobrevolar por esta edición especial.

Steve Vai P&W Inside

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    Pasando al libreto interior, el nuevo texto que hace referencia a las nuevas canciones ha sido respetuoso con el original, tanto en el uso de fuentes como de colores, por lo que ahí no hay queja ninguna. Sí que lo habría en cambio, cuando desplegamos el libreto y vemos el póster interior, ya que en la esquina inferior izquierda han incluido una serie de créditos técnicos que dan al traste con la posibilidad de usar el libreto como póster y pegarlo en una pared. Aunque por otra parte, no hay nadie que sea capaz de cometer tal aberración. No, ¿verdad?

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CONCLUSIÓN

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    Estamos ante una edición especial deficiente y que no hace honor al disco al cual pretende honrar.

    Los bonus tracks no aportan nada más allá de la curiosidad.
«Lovely elixir» es un buen tema, pero en modo alguno habría tenido cabida en el álbum original.
«And we are one (solo #2)» descoloca, puesto que tal y como Vai explica en los créditos, la versión definitiva y con voz está incluida en «Modern primitive», trabajo formado por composiciones compuestas pero no grabadas en la época transcurrida entre su primer y segundo disco y además para un grupo llamado The Classified que no tuvo continuidad. Por tanto, parece raro y descoloca que se incluya como un descarte de «Passion and Warfare» cuando en realidad iba a formar parte del repertorio de la citada banda y que vuelve a aparecer en «Modern primitive».
Más interés para el aficionado aporta la inclusión de «As avobe» y «So below» ya que según la explicación del libreto, iban a ser el inicio y cierre del álbum. Opino que al igual que lo sucedido con «Lovely elixir» tampoco habrían encajado del todo. El épico himno «Liberty» y la alienígena «Love secrets» forman una apertura y un broche perfectos, y si bien, tras probar a escuchar todo el álbum sustituyendo estos dos temas por los bonus tracks, «As above» funciona bien a modo de apertura, no sucede lo mismo con «So below» como final, dado su componente exclusivamente orquestal frente al rock y metal de casi todas las canciones.

     Y la canción de veinte minutos de duración que es “la mejor pieza que he creado nunca”, no aparece entre los bonus tracks, resultando al final que forma parte de «Modern primitive».  Como tampoco aparece por ningún lado el tan anunciado DVD. Sin embargo, tal y como hemos contado en alguna noticia anterior —enlace aquí—, Vai ha publicado dos vídeos breves en los que aparece el interesantísimo contenido que habría estado en el DVD, y teniendo en cuenta que en la gira actual no está tocando nada de «Modern primitive», qué duda cabe que para el año que viene o finales de éste tendremos a la venta el DVD y se iniciará una gira mundial tocando temas del nuevo disco.

    La remasterización, innecesaria, no aporta nada y para colmo, en ciertos momentos roza la distorsión.

    Y el packaging, pobre, cutre y con una serie de decisiones al respecto de su diseño demenciales.

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    Resulta extraño que Vai, que siempre ha gozado de una considerable libertad en cuanto a sus trabajos, tanto en contenido como en continente, haya delegado en otras personas esta edición especial. Y si ha sido él el máximo responsable, resulta incomprensible el resultado final.
No hace honor al que fue, es y será el mejor álbum de shred y metal instrumental de la historia; un álbum que marcó un antes y un después en la historia de la guitarra eléctrica. No habría nada que justificase su compra salvo por un importante detalle: «Modern primitive». Siendo éste un disco con altibajos, afectado igualmente por el lamentable diseño y con mayores problemas de audio que lo que he analizado aquí —atentos a su reseña en breve—, contiene algunas canciones que sólo pueden definirse como auténticas joyas, y que nos devuelven al Vai más experimental y transgresor, aquel que en los 80 y los 90 se atrevió a desafiar al shred neoclásico imperante y que sin esconder el legado e influencia de Frank Zappa, demostró al mundo de la guitarra que las cosas podían hacerse de otra manera.

    Lo dicho, esta reedición de «Passion & Warfare» vale la pena sólo por «Modern primitive». Una pena.

steve-vai-frank-zappa

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TEXTO: Albert Sanz

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1 Respuesta »

  1. Al parecer mío; es un buen álbum, pero lógico en la música hay muchas variantes. En cuanto a una remasterización sin necesitarlo, es solo comercio.

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