.
FICHA
- Artista: The Aristocrats
- Sello: BOING! Music
- Año: 2.015
- Estilo: Jazz, rock progresivo, hard rock, rock sureño, heavy metal, blues, country
.
CALIFICACIÓN
.
CALIFICACIÓN TÉCNICA
- Nivel de técnica: 8/10
- Velocidad: 7/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 7/10
- Nivel de coñazo virtuosístico: -2/-10
- Calidad de producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 9/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10
- PUNTUACIÓN: 7,6/10
.
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 7/10
- Nivel de feeling: 7/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 9/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 5/10
- PUNTUACIÓN: 7/10
.
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,3/10
.
INTRODUCCIÓN
.
Como es normal, son tantas y tantas las novedades discográficas estrenadas cada año, que en algunas ocasiones dejamos pasar por alto el publicar alguna de las críticas correspondientes a esas novedades. Pero aprovechando que en breves semanas el trío de virtuosos más brillante y divertido en la esfera del jazz rock estará de gira por España, aprovechamos para cumplir y traeros la crítica al que es su tercer y último disco de estudio de la banda —también tienen tres más en directo—.
Guthrie Govan, Bryan Beller y Marco Minnemann nos traen el álbum de la consolidación. Tras un primer «The Aristocrats», un tanto disperso, con un exceso de complejidad y fusiones de estilos abruptas, llegó «Culture clash», mucho más cohesionado, en el que la complejidad y las buenas ideas fluían de modo natural.
2.015 supuso con la edición de «Tres caballeros» —más los tres directos mencionados— que este supergrupo sí que iba a tener continuidad aunque los tres músicos estuvieran continuamente siendo reclamados por grandes estrellas —Govan ha colaborado en los últimos años con Hans Zimmer y Steven Wilson y Beller & Minnemann son la base rítmica en directo más longeva de la carrera del rockero Joe Satriani—.
El disco contiene nueve temas compuestos por cada uno de los músicos, señal identificativa del grupo, ya que cada álbum suyo cuenta con el mismo número y ha sido autoproducido por ellos mismos.
Vamos a ver con qué nos encontramos.
.
ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
.
1.- Stupid 7. Primera composición de Minnemann para este disco. En cuatro minutos mezclan todos los estilos que les conocemos: jazz, blues, rock y metal, todo con un aire muy oscuro y en el que se adivinan ecos de country o rock sureño muy cinematográficos y que iremos viendo a lo largo del disco.
2.- Jack’s back. Govan compone ahora un tema curioso y divertido, muy de película de espías o mafiosos. Beller al bajo tiene protagonismo solista al principio aunque enseguida da paso a un Govan como siempre sensacional.
Atentos a la línea de bajo de Minnemann: tranquila, sutil, jazzera, pero llena de mil matices.
Una canción de estas que no parece que suceda nada (salvo una parte central breve muy metalera) y que sin embargo, es sensacional.
3.- Texas crazypants. Que The Aristocrats son unos cachondos es algo bien sabido, y el título de este corte es una buena muestra de ello.
Comenzamos con un bajo distorsionado muy loco y una guitarra acompañando hasta que aparece un cruce entre country y rockabilly que perfectamente podría haber firmado un Brian Setzer.
Si bien es una composición ideal para el lucimiento de la guitarra (y Govan demuestra que controla cualquier estilo imaginable), es Beller —que firma la canción— quien más se luce, con una presencia rítmica imponente que es casi un continuo solo.
4.- ZZ Top. Con semejante nombre estaba claro que nos enfrentamos a un medio tempo entre hard rock y rock sureño, con un Govan que pasa en el mismo solo de introducir elementos de blues al shred más alocado.
Aún así la canción tiene momentos oscuros y muy cinematográficos que descolocan un poco pero que te obligan a escucharla más de una vez.
5.- Pig’s day off. Cortesía de Govan, nos llega la primera balada del álbum. Mezclando con absoluto desparpajo country, jazz y rock progresivo, el guitarrista va interpretando una melodía a base de acordes absolutamente preciosa, mientras Beller aporta una especie de bajo melódico-solista de lo más interesante.
Por la mitad de su duración, la canción cambia a un registro algo más agresivo durante algunos compases, hasta volver al toque relajante del comienzo, para, ya en su recta final, abrazar un progresivo muy oscuro.
Por el momento, la mejor y más sorprendente canción del álbum.
6.- Smuggler’s corridor. Aires countrys, sureños, mexicanos y sesenteros, que recuerdan tanto a Hank Marvin como a alguna película del Oeste, es lo que nos trae Bryan Beller en esta composición suya.
La canción es la menos compleja del disco, pero muy accesible para cualquier oyente, y en la que Beller aporta un solo de bajo excelente.
7.- Pressure relief. Preciosa la línea de tapping de guitarra con la que se inicia la canción, en la que es la segunda balada del disco, cortesía de Marco Minnemann, compositor de la misma.
Con aires entre rock melódico y progresivo, bien podría haberla firmado Steve Vai y en ella tenemos a un sensacional Guthrie Govan, quien es capaz de «shreddear» como un poseso manteniendo el aire relajado de la pieza.
8.- The Kentucky meat shower. El country vuelve a hacerse presente en este tema firmado por el guitarrista británico. Con un tempo rápido y divertido, a mitad de canción nos encontramos con un maravilloso pasaje entre jazz y new age muy a lo Pat Metheny, con un precioso solo de bajo y acompañamiento de piano.
De ahí pasamos a un jazz rock muy intenso, con Govan desmelenado del todo en modo heavy, para volver al motivo country del principio.
La canción se escucha con agrado, pero puede descolocar las partes countrys del principio y final con la sección central, ya que no pegan mucho.
9.- Through the flower. Llegamos al final del álbum y en esta ocasión es Bryan Beller quien firma la canción. Once minutos y medio de locura en la que es la canción más larga del disco.
Comenzamos con un relajado y bluesero solo de Govan que deriva en un tranquilo jazz rock en el que el británico va jugueteando con su guitarra. Por el minuto cuatro ya empieza a adivinarse la melodía principal, muy rockera, y por el siete, nos encontramos antes un solo de guitarra de lo más paranoico que hemos escuchado en el disco, con Govan sacando humo de su guitarra.
Por desgracia, no se le acaba de encontrar su tono, pareciendo más bien una colección de ideas sueltas que no una canción «real».
.
CONCLUSIÓN
.
Este tercer trabajo tiene algunas sombras y muchas luces. Como parte positiva está el haber podido comprobar cómo, pese a encontrarnos con tres músicos que viven en diferentes países y tienen las agendas cargadísimas, están muy volcados en el proyecto y piensan darle continuidad. Positivo es también el hecho de buscar nuevas sonoridades, introduciéndose en esta ocasión en terrenos de rock sureño, country y ambientaciones de películas de western.
Como dato negativo estaría el hecho de que el primer álbum pareció más una colección de ideas sueltas de jazz, funky, rock y shred sin demasiada cohesión, pero en el segundo sí encontraron el sonido Aristocrats, esa mezcla de jazz y rock compleja y divertida. Aquí, de algún modo, dejan de lado lo que se supone que es su estilo y vuelven otra vez a investigar. Y si bien eso es bueno y no sucede lo del primer disco salvo en el último tema (la colección de ideas sueltas sin mucho nexo en común y unidas de forma abrupta), sí que a muchos puede descolocarles este trabajo, además del hecho de que la parte técnica o más virtuosa ha sido rebajada en pro de unas melodías más accesibles (aunque sigue siento una bestialidad lo que tocan, que conste).
En cualquier caso, estamos un gran disco, de eso no hay duda, realizado por una banda muy valiente que es capaz de hacer lo que realmente les da la gana, sin presiones, demostrando que el virtuosismo y la música más compleja puede llegar a ser amena y divertida y además, logrando la aceptación del público, hecho que se puede contrastar en cómo, gira tras gira, el público acude en buen número a sus conciertos.
Y hablando de conciertos, no puedo finalizar el artículo sin recordaros las próximas fechas por las que estos fenómenos pasarán por España:
- 21/09/18 – Mon Live – Madrid
- 22/09/18 – Sala Mandra 1 – L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
.
TEXTO: Albert Sanz
Deja una respuesta