Desde 1.997, el programa de radio más veterano dedicado a la música de guitarristas y bajistas.

Crítica: Squares «Squares»

Squares CD cover

.


FICHA

  • Artista: Squares
  • Sello: Strange Beautiful Music LLC y earMUSIC
  • Año: 2.019
  • Estilo: Pop, punk, rock, new wave

CALIFICACIÓN

.

CALIFICACIÓN TÉCNICA
  • Nivel de técnica: 6,5/10
  • Velocidad: 7,5/10
  • Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 6,5/10
  • Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
  • Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 6/10
  • Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10

PUNTUACIÓN: 7,25/10

CALIFICACIÓN MUSICAL
  • Calidad musical: 7/10
  • Nivel de feeling: 7/10
  • Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
  • Ganas de hacer “headbanging”: 7/10
PUNTUACIÓN: 7,75/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,5/10

.


INTRODUCCIÓN

.

    Dado que recientemente hemos publicado la crónica de la reciente visita de Joe Satriani a Barcelona —enlace a la misma aquí—, es el momento perfecto para actualizarnos con el Satriani discográfico. Y es que si bien el hombre publicó su «Shapesifting» en 2.020, en este periodo pandémico y post pandémico no ha estado quieto, y ha lanzado un nuevo trabajo, «The Elephants of Mars». Pero antes de esto, en 2.019 lanzó al mercado este trabajo que analizaremos ahora y lo cierto es que tiene delito que lo hagamos hoy, pero no seáis muy duros con nosotros, por favor.

    Este primer trabajo que revisaremos en esta actualización satrianesca no está firmado como Joe Satriani, sino como Squares, y ha significado algo así como permitir a sus fans acceder al Santo Grial de sus grabaciones. Y para los seguidores no tan fieles, que vean otro aspecto diferente de sus inicios.

    Y es que The Squares en un comienzo y Squares definitivamente, no es ni más ni menos que la banda juvenil que tuvo Satriani con el  vocalista Andy MiltonCrowded House— y su viejo compañero de aventuras, el baterista Jeff Campitelli.

    Tal y como explicamos en esta noticia, Satriani anunció que el 5 de abril de 2.019 iba a salir a la venta las demos remasterizadas de la banda en la que militó siendo un adolescente y hablaba en estos términos de ellas:

    «En Berkley, California, a finales de los 70, mi por aquel entonces cuñado, Neil Sheehan y yo decidimos comenzar una banda. Entonces tenía veintipocos años y quería comerme el mundo. La banda sería un trío de power pop conmigo en la guitarra y Neil escribiendo letras y encargándose del management. Buscamos un baterista y un vocalista/bajista, y en diciembre del 79 los encontramos tocando en clubs de la escena local del Bay Area.

Nuestro vocalista/bajista, Andy Milton, era de Cleveland, Ohio. Era alto, guapo y tenía una voz como la de un Elvis moderno, por lo que le salieron rápidamente varios trabajos como corista, siendo el trabajo con Crowded House en su primer disco lo más relevante (¡yo también hice coros con él en ese disco, por cierto!).

Nuestro baterista Jeff Campitelli acababa de salir de la escuela secundaria. Ya entonces se le veía como un fenómeno local y un virtuoso en potencia que podía crecer como Charlie Watts pero con una feroz energía que ayudaría a impulsar a la banda a la floreciente escena musical New Wave.

Nos llamábamos The Squares, o algunas veces simplemente Squares. Es verdad que había otras bandas con el mismo nombre, pero nuestro plan era hacernos famosos rápidamente, llegar primero a la base y reclamar el nombre, aunque eso nunca sucedió.
Éramos mitad Van Halen, mitad Everly Brothers. Mezclábamos heavy metal, rock ‘n’ roll, punk y new wave. Fuimos difíciles de definir y categorizar, y es muy probable que nunca lo hayamos logrado, ya que para algunos éramos muy comerciales, para otros muy duros y para otros muy experimentales, 

Debido a que intentábamos dar lo mejor de nosotros para conseguir un contrato de grabación y convertirnos en superestrellas, pasamos muchos buenos momentos y creamos música realmente buena. Estábamos muy adelantados a nuestro tiempo, lo que en verdad es otra manera de decir que estábamos fuera de sintonía con lo que la gente buscaba entonces.

Finalmente, dejé la banda y comencé a dedicarme a mi carrera en solitario. Fue difícil deshacerme de algo en lo que puse todo mi corazón y mi alma, pero resultó ser lo correcto.»

.

    El trío llegó a grabar once canciones con la ayuda de otro baterista y técnico de sonido que también terminaría siendo esencial en la carrera de Satch, como sería John Cuniberti. Y como no podía ser de otro modo, es él quien en esta ocasión se ha encargado de la digitalización a partir de los cassettes originales, la restauración del audio, la nueva remezcla y el mastering.

    Satch también ha declarado al respecto, deshaciéndose en elogios con el ahora veterano Cuniberti:

    «Se han restaurado las grabaciones originales. Se han llevado al mundo digital, y con amorosas manos y oídos, John ha mezclado lo mejor que hicimos en el estudio.

Él conocía el material original de primera mano. Os recuerdo que fue quien nos grabó en su momento, por lo que nadie mejor que él para darles nueva vida a estas canciones dado que ahora tiene cuarenta años de experiencia como técnico de sonido y productor. 

Las canciones suenan mejor que nunca ya que John tuvo cuidado de preservar la intención original de la banda con respecto a los arreglos de las canciones, el sonido y el feeling, y en algunos casos, ideas extremadamente locas y creativas que nos venían a la mente en medio de las grabaciones.»

.

    En esta ocasión, Satriani ejerce sólo como «productor ejecutivo», o sea, el que paga, mientras que la producción «de verdad» ha correspondido a John Cuniberti. Las canciones fueron compuestas por Milton, Satriani y el cuñado mencionado, Neil Sheehan, a excepción de «I love how you love me», compuesta en 1.961 por Barry Mann y Larry Kolber para la banda femenina The Paris Sisters, y que fue el primero de los hits en los que intervendría como productor ni más ni menos que Phil Spector, aunque esto es otra historia.

    Iniciemos este viaje al pasado más ochentero y desconocido de uno de nuestros virtuosos más queridos de la mano de los Squares.

.

Squares promo 04

.


ANÁLISIS DE LAS CANCIONES

.

1.- Give it up. Comenzamos el álbum con una canción que define bien la tónica que tendrá todo él: pop punk guitarrero, alegre y rápido.
Guitarras cantarinas y estribillos pegadizos y un solo de guitarra sencillo y breve pero que aún no haría presagiar en la bestia que iba a convertirse Satriani, es lo que vas a encontrar en este primer tema.

2.- Everybody’s girl. Composición similar a la anterior pero en la cual podemos observar un trabajo mucho más elaborado por parte del trio, en especial de Jeff Campitelli. La canción además tiene un par de pasajes en una onda salsera, lo cual aprovechará Satch para lanzar otro breve solo.
No podemos decir que sea una canción de rock progresivo, pero hay bastantes parones y cambios de ritmo como para ver que el grupo tenía potencial para hacer algo más serio que lo escuchado en el corte anterior.

3.- B-Side girl.  Pasamos ahora a otro tema con guitarras acústicas y aire de balada aunque el tempo sea más bien rápido. La influencia mencionada de los Everly Brothers aparece aquí sobretodo en la preciosa voz de Andy Milton.
Satch, por su lado, comienza a dar destellos de calidad, en especial por la elección de acordes que aunque acompañan a la perfección a Milton, no son los habituales en el pop. También interpreta un solo curioso con sonido de sitar.

4.- I need a lot of love. El grupo ahora acelera los BPM’s y endurece el sonido, y tras unos palm mutings de guitarra y un microsolo de bajo, entran todos los instrumentos liderados por un Milton a la voz que se muestra algo más agresivo de lo habitual.
Además, podemos escuchar unos toques de armónica en el estribillo que a mi personalmente me sobran.
En total, menos de tres minutos pero que demuestran que el grupo podía tirar hacia derroteros más cañeros.

5.- Can’t take it anymore. Pasamos ahora a un medio tempo rockero, comercial sí, pero con menos pop que lo escuchado hasta ahora.
Muy buenos coros por parte de un Satriani que hacía los pinitos en esta materia, un sonido de guitarra muy cuidado con un buen uso de delays y reverbs y un solo de nuevo breve pero con bastantes recursos empleados, y que nos deja ver un poquito, ahora sí, de en quien se iba a convertir Satriani.
Podemos decir que estamos ante una canción sofisticada y que debería haber sido la carta de presentación del disco.

6.- So used up. Llegamos ahora a uno de los singles del álbum. Como la anterior, también podríamos aplicarle el calificativo de «sofisticado»: pop, rock, algo de punk, algo de heavy metal, estribillo pegadizo, influencias de The Police y Duran Duran y ¡por fin!, el Satriani que esperábamos explota aquí y eso que no hay solo de guitarra, pero las guitarras rítmicas son «100% sonido satch».

7.- You can light the way. El otro de los dos singles nos muestra a un Milton muy diferente a la voz, recordándome al Peter Gabriel progresivo de los 70. Satriani también engaña ya que hace acompañar la voz inicial con guitarras acústicas pasadas por un delay invertido, dándole un sonido muy progresivo y espacial.
Sin embargo, a la que entra la batería, todo cambia y volvemos a la tónica habitual del disco. Eso sí, igualmente tenemos una serie de pasajes relajantes con este sonido de guitarra acústica a la que se les une una eléctrica, que se combina con la parte más rápida.
A destacar también el excelente trabajo de Andy Milton con el bajo y un melódico solo de Satriani cerca del final, que, sin alardes técnicos, sí nos recuerda a su estilo habitual.

8.- Tonight.  Estamos ahora ante la canción más rápida del disco y tal vez la más comercial. De nuevo, los Everly Brothers hacen acto de presencia en las lineas vocales. Sin embargo, si bien la canción sigue la tónica del disco, me parece por el momento la menos inspirada y más repetitiva.

9.- Never let it get you down. Primera balada del disco, y eso que casi estamos en la recta final. Melodías y estribillo muy a lo The Beatles, bien interpretada y con dos solos de guitarra apegados al motivo principal (el segundo de ellos bastante largo), pero aún así no hay mucho más que llame la atención como para repetir su escucha más de una vez.

10.- Follow that heart. Ahora sí que encaramos la recta final y lo hacemos con otro tema pop punk alegre y divertido, que perfectamente podrían haber tocado The Police.
Muy bien Jeff Campitelli y aún mejor nuestro amigo Satch al tocar un solo en el que ya podemos ver ramalazos del particular lenguaje técnico que le terminaría por convertir en una estrella.

11.- I love how you love me. Curiosa la intro de esta canción, ya que Milton canta varias frases así en plan romántico, mientras Satriani mete unos acordes con feedback. En cualquier caso, cuando entra el grupo al completo, nos encontramos ante otro tema típico de este disco, bien acelerado aunque sin perder el toque romántico.
Sin embargo, sin ser una maravilla de canción, tenemos al mejor Satriani de todos, con tres solos al más alto nivel, llenos de veloces ligados con cuerdas al aire, pentatónicas rockeras, bendings perfectos y trémolo picking. Vamos, ¡el Satriani que estábamos esperando y que hace mucho que no vemos ni en sus discos más actuales!
Perfecto fin de fiesta.

.


CONCLUSIÓN

.

    Pues esto es lo que ha dado de sí el primer trabajo discográfico de Joe Satriani que ha visto la luz cuarenta años después y al menos para mí, tengo sentimientos enfrentados respecto al mismo.

    Comenzaré por lo positivo, que claro que lo hay. No hay duda de que el grupo mereció mejor suerte. Esa mezcla de estilos que impedía clasificar su música, tal y como declaró el guitarrista en la nota de prensa adjuntada más arriba, a mi me gusta. Conmigo funciona y veo que le da riqueza a las composiciones. Hay una gran cantidad de guitarra rockera y punk, fruto también de la juventud de los tres músicos. O sea, tenían actitud, frescura, elevado nivel técnico (especialmente por parte de Satch y Campitelli) y sabían lo que querían. La verdad, no veo su música tan rara para la época, teniendo en cuenta que por aquellos tiempos tenían el boom del rock progresivo setentero bien fresco con la complejidad compositiva como bandera, y sin embargo, obras del tipo «Tubular Bells», «Red» o «Close to the edge» habían sido éxito de crítica y ventas. Los Squares no se acercaron para nada a un nivel semejante de complejidad aunque quizás la clave del fracaso estuvo en comercializar un género tan gamberro y combativo como el punk, dotándole de melodias pop y letras ñoñas, pero The Police ya habían hecho eso y a ellos sí les había funcionado.
Por otra parte y para finalizar la parte positiva, todo ello es tan irremediablemente alegre y divertido, que su escucha pasa en un suspiro.

    En cuanto a lo negativo pues creo que estaría el propio Satriani. Y es que imaginaba a una versión de ese Satriani experimental del «Not of this Earth» y el «Dreaming #11» que nos enloqueció a muchos en su momento, pero dentro de un contexto pop. Y sólo en «I love how you love me» y otros pocos momentos mencionados encontramos ese toque que le llevaría a convertirse en una leyenda de las seis cuerdas.
Al álbum en sí tampoco le veo unidad, ya que me parece algo repetitivo en cuanto esquemas. Tenemos mucha canción rápida y alegre, apenas medios tempos y una sola balada, y eso da la sensación de «vamos a grabar lo que nos pase por la cabeza y nos apetezca y luego ya veremos». Esto, sin embargo, podría explicarse ya que en los anuncios provisionales del lanzamiento no tenía el título de «Squares», sino el de «Best of the early ’80s demos», lo cual sí suena a recopilatorio y no a disco «de verdad», con lo que podría explicarse el tipo y orden de colocación de las canciones. Eso sí, no ha habido explicación al cambio de nombre.
Por último a destacar en este apartado tendríamos el sonido en sí. Una vez más, tengo que compararlo con Steve Vai, dado que en este año ha sacado a la venta, «Steve Vai presents: Vai/Gash», un disco grabado en los años 90 e inédito hasta ahora. Para conocer la curiosa génesis y el análisis exhaustivo de cada canción, os remito a esta crítica. En dicho álbum, nos encontramos con maquetas grabadas a comienzos de los 90 en una onda de hard rock angelino y A.O.R. y aunque también tenía ciertos problemas a nivel de composición (en gran parte por venir de un músico tan ajeno a esos estilos), en cuanto a sonido nos encontrábamos con unas canciones grabadas con los mejores medios de la época y seguramente, conservadas hasta el momento en el mejor estado posible. Con lo cual, poco trabajo de remezcla y masterización actual ha tenido que hacerse. Es más, podría ser un trabajo grabado a día de hoy con toque retro para parecer algo antiguo.
En «Squares» no pasa eso y en todas las canciones estoy escuchando una maqueta casera o grabada en el estudio de aquella manera. El resultado no es horrible ni mucho menos y las canciones pueden disfrutarse; es más, podemos captar con nitidez todos los matices de todos los instrumentos, pero ninguno de ellos tiene la potencia, impacto y brillo que merece. O sea, que si escuchas este disco en vuestro equipo de música y subís el volumen bien fuerte, no lo disfrutareis como con otros discos.

.

    Es obvio, que con más sombras que luces, os recomiendo la escucha y/o adquisición de este trabajo, aunque seguramente, siendo de 2.019, ya lo tengáis en vuestro poder y más que escuchado. No tenemos a un Satriani desmelenado y ultravirtuoso, pero no deja de ser el Santo Grial de sus grabaciones, que ahora podemos tener a nuestra disposición. Y esto hay que valorarlo.
Como también hay que valorar a una banda de pop rock que mereció mejor suerte y que si eres fan de los estilos mencionados, entonces seguro que te gusta sepas o no quien estaba a las seis cuerdas.

.

.

TEXTO: Albert Sanz

Etiquetado como: , , , , , , , , , , ,

Deja un comentario

Web de la Ona de Sants-Montjüic

¡Escucha la Ona de Sants-Montüic en directo!

FaceBook Oficial de la Ona de Sants-Montjüic