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FICHA
- Artista: Rodrigo y Gabriela
- Sello: ATO Records
- Año: 2.023
- Estilo: Rock, rock progresivo, post rock, funky, folk, shred
CALIFICACIÓN
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CALIFICACIÓN TÉCNICA
- Nivel de técnica: 9/10
- Velocidad: 8/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 9/10
- Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
- Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 10/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 9/10
PUNTUACIÓN: 9,2/10
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 10/10
- Nivel de feeling: 9/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 9/10
PUNTUACIÓN: 9,2/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 9,2/10
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INTRODUCCIÓN
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Hoy, 25 de diciembre, día de Navidad, os traemos esta nueva entrada en la cual seguimos poniéndonos al día con los talentosos Rodrigo y Gabriela. Los últimos artículos publicados han sido la crónica de su concierto de noviembre en Barcelona y las críticas a sus E.P.’s de versiones grabados durante el periodo postpandémico «Mettal EP» y «Jazz EP» —enlaces aquí y aquí—.
«In between thoughts… a new world» es su nuevo larga duración aparecido en este mismo año tras el excelente «Mettavolution» de 2.019, con el que ganaron el Grammy en la categoría «Mejor Álbum Instrumental Contemporaneo». Por cierto, de «Mettavolution» también tienes la crítica aquí. Un nuevo trabajo con nueve composiciones de autoría propia pero bastante diferentes a lo esperado.
En la crónica del concierto barcelonés en el que presentaban este álbum, ya mencionamos el profundo cambio emocional logrado por el dúo debido a descubrir, estudiar y profundizar en la filosofía del «No Dualismo», que dice algo así como que todas las cosas que conocemos están conectadas y unidas entre sí, pero a la vez, cada una de estas cosas son especiales, originales y únicas. El «No Dualismo» enfatiza la unidad en medio de la diversidad y en la que la existencia misma sería un puzzle en el cual cada pieza es diferente e importante.
Dicho esto y tal y como escuchamos en el concierto, nos encontramos ante unos «Rodrigo y Gabriela 2.0», en los cuales a nivel musical casi han abandonado todo rastro de folklore mexicano y flamenco acústico que les hacía distintivos, abrazando totalmente corrientes como el rock progresivo, el post rock y la new age, y con un gran protagonismo de la guitarra eléctrica.
Al menos eso es lo que se pudo ver y escuchar en su concierto de Barcelona, pero teniendo en cuenta que casi todo el set-list fue dedicado a éste álbum, doy por hecho que lo que me voy a encontrar en el análisis va a ser esto mismo.
Antes de comenzar, decir que el disco ha sido producido por el grupo, mezclado por Jim Monti —Melissa Etheridge, GN’R, Korn, Metallica, etc.— y masterizado por dos veteranos como son Greg Calbi y Steve Fallone —Yoko Ono, Lou Reed, John Lennon, Blue Öyster Cult, The Moody Blues, Charlie Parker, etc.— y que en varias ocasiones colabora la Bulgarian Symphony Orchestra.
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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
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1.- True nature. Comenzamos por un riff a dos guitarras muy rápido, para pasar al clásico ritmo percusivo de Gabriela mientras que Rodrigo ejecuta una melodía entre funky y rock de lo más vacilona.
Muy interesante es la inclusión de la orquesta en varios momentos aunque me descoloca bastante el riff de Rodrigo antes del minuto dos, como si fuera de película western.
En cualquier caso, perfecto inicio de disco con un tema bien potente y marchoso.
2.- The eye that catches de dream. De manera muy temprana nos metemos en la primera balada del disco, al menos en su primer tercio así es, con un acompañamiento de Gabriela y un solo acústico de Rodrigo realmente preciosos. A continuación el tema se acelera introduciendo elementos electrónicos, de funky e incluso progresivos, hasta que entra la orquesta cerca del minutos tres y el tema se vuelve de lo más épico y genial.
3.- Egoland. Rodrigo da comienzo al tema con un rápido riff en stacatto muy funky para dar paso a una segunda guitarra con slide —la cual se repetirá al final— y la clásica percusión de Gabriela.
Quizás estemos antes uno de los cortes más sencillos del álbum, pero la inclusión de la orquesta en el estribillo hace que suba muchos puntos.
4.- Descending to nowhere. Para los que echen de menos a los «RodGab» más acústicos, tenemos esta composición, que si bien incluye guitarras eléctricas y orquesta, es la que mantiene más esa esencia de folk, flamenco y rock que les hizo famosos.
Pese a mantener una estructura muy repetitiva, algo propio del post rock, toda la canción va en un crescendo cada más épico, hasta llegar a una sección final con percusión de lo más intensa.
5- Seeking unreality. Llegamos ahora a la composición más comercial del álbum, con una estribillo agradable y popero que puede hacerle llegar a un público amplio. No obstante, las apariciones de la orquesta le da un plus de calidad.
6.- The ride of the mind. La sexta canción del álbum tal vez sea la más cinematográfica de todas, con un aire a película de espías total, gracias a la mezcla de la melodía de las guitarras y el acompañamiento orquestal.
Con esta canción, el dúo parece querer volver a llamar la atención de Hans Zimmer, con el cual grabaron música para la saga de «Piratas del Caribe».
7.- Broken rage. El dúo se pone ahora en modo muy metalero y agresivo, siendo acompañado de una orquesta también muy contundente.
Rodrigo introduce algunas guitarras con distorsión y un solo bien shred por la mitad de la canción.
Desde luego, el título le va que ni pintado.
8.- Finding myself. El ambiente se torna atmosférico y progresivo en esta recta final de disco, con este medio tempo de lo más interesante.
Melodías evocadoras, la orquesta realizando un buen soporte a la estructura de la canción y unas intervenciones rítmicas impecables de Rodrigo, dan lugar a una excelente composición.
9.- In between thoughts… a new world. Finalizamos con este acelerado rock que también es deudor de su pasado más acústico y folk… ¡desde luego, las melodías lo delatan!
Como en todo el disco, la orquesta hace algo más que un acompañamiento, Gabriela realiza una magistral y rítmica base y Rodrigo vuelve a estar perfecto en su labor melódica.
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CONCLUSIÓN
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Me resulta curioso y sorprendente en cómo uno puede comenzar una review con unas ciertas expectativas y que el resultado final sean otras que no tienen nada que ver con lo esperado.
Según escribía la introducción, resonaba en mi cabeza lo expresado en aquella crónica del concierto barcelonés de noviembre, y es que me había encontrado a un dúo distinto con una música distinta: una música creativa sí, pero solemne, etérea y atmosférica, con uso de pistas de sintetizador grabadas y un exceso de delays y reverberación por parte de la guitarra eléctrica de Rodrigo Sánchez.
Sin embargo, esto no es lo que he encontrado en «In between thoughts… a new world», para nada. Aquí sigo encontrándome a los RodGab de siempre, sí, con mucha guitarra eléctrica, pero con el mismo ánimo divertido, marchoso y alegre de cuando sólo tocaban con guitarras españolas. Esta guitarra eléctrica tampoco abusa tanto de delays y reverbs, al contrario; de hecho, de ella surgen muchos ritmos funkys con su clásico staccato limpio por parte de su dueño. Así que, como digo, no existe una diferencia tan grande respecto a álbumes anteriores, es más, hay diversos cortes que perfectamente podrían haber aparecido en los discos más conocidos del dúo.
En cualquier caso, sí que hay ciertos elementos diferenciadores, como esta abundancia en ritmos funkys, el mismo uso de tanta guitarra eléctrica y la colaboración de la orquesta, que más allá de ser algo anecdótico en un sola canción, está omnipresente en el álbum, enfatizando los mejores momentos melódicos así como acompañando en las partes rítmicas, otorgando por ello una sensación de épica y espectacularidad que no se habría conseguido de otra forma.
Resumiendo: gran álbum tanto para fans antiguos como nuevos como para fans de la guitarra, con un estilo que, a diferencia de su translación al directo, sí se nota que ha sufrido una fuerte evolución pero no un cambio total como vimos en el concierto mencionado. Evolución, no sustitución. Y la evolución siempre es, además de buena, deseable.
Vamos, que tenemos Rodrigo y Gabriela para otros treinta años más.
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TEXTO: Albert Sanz
the Guitar Xperience radio show 
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