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Crítica: Kinga Glyk «Real life»

Kinga Glyk real life CD cover

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FICHA

  • Artista: Kinga Glyk
  • Sello: Warner Music
  • Año: 2.024
  • Estilo:   Jazz, jazz fusión, funk, soul, rock

CALIFICACIÓN

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CALIFICACIÓN TÉCNICA
  • Nivel de técnica: 7/10
  • Velocidad: 6/10
  • Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 6/10
  • Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
  • Nivel resto de músicos: 7,5/10
  • Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 9,5/10
  • Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 8/10

PUNTUACIÓN: 7,7/10

CALIFICACIÓN MUSICAL
  • Calidad musical: 6/10
  • Nivel de feeling: 6/10
  • Posibilidad de escucharlo de un tirón: 7/10
  • Ganas de hacer “headbanging”: 4/10
PUNTUACIÓN: 5,75/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 6,7/10 

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INTRODUCCIÓN

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Kinga Glyk real life promo 03    Siempre es un placer enfrentarnos a un nuevo lanzamiento de Kinga Glyk. La bajista polaca ya dejó de ser una promesa de futuro para convertirse en una firme realidad en el mundo del jazz. Afianzándose álbum tras álbum, también está consiguiendo salir de su nicho y llegar a un público jazzero amplio, pese a que ella sigue en el sector «jazz instrumental de bajo», cosa de lo que aquí nos alegramos, es evidente. Y es que tarde o temprano le tenía que salir competencia a Marcus Miller. Y eso que al bajista favorito de Miles Davis y creador de aquella maravilla llamada «Tutu Revisited» no le tose nadie, pero la veinteañera —aún no ha cumplido los treinta—avanza fuerte y con paso firme, a tenor de la cantidad de festivales europeos donde se la incluye en sus programaciones, y no en pocos como la cabeza de cartel.

    El caso es que si vais a la lupa de búsqueda encontraréis amplia información suya y repaso a toda su discografía, así que de este modo podemos ir al grano. «Real life» es su quinto disco y tercero grabado para la major Warner Music, lo cual ya presupone un alto nivel de producción y una muy buena distribución mundial. Y a tenor de cómo ha sido la calidad audiofila de toda la discografía de Glyk, inclusive los trabajos previos a su fichaje por Warner, está claro que éste va a ser un disco muy disfrutable.

    En cuanto a la banda que le acompaña, destaca y mucho la ausencia de Patrick Glyk, su hermano baterista y que ha sido su técnico de sonido tanto en estudio como en directo a lo largo de toda su carrera, y también de Pawel Tomaszewski, pianista y productor y que al igual que Patrick, ha ayudado a forjar el sonido y estilo de la bajista hasta el momento.
En esta ocasión, Kinga se hace acompañar de Casey Benjamin al acordeón, Robert «Sput» Searight a la bateria y también de cuatro teclistas: Brett Williams, Caleb McCampbell, Julian Pollack y Nicholas Semrad. Completa el grupo de cracks nada más y nada menos que Michael League, ganador del Grammy, bajista, líder y fundador de Snarky Puppy, que en esta ocasión deja de lado las cuatro cuerdas para encargarse de guitarra, sitar, teclados y coproducir el álbum.
En cuanto a ella misma, al margen del bajo, por supuesto, se estrena como coproductora y cantante.
Y un último punto a destacar es que estamos ante un trabajo bastante colaborativo en cuanto a composición, así que en el análisis de cada canción ya destacaré quien ha compuesto cada una de ellas. 

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Kinga Glyk real life promo 02

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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES

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1.- Fast life. Extraño comienzo de álbum , que viene acompañado además de un videoclip de lo más onírico. Composición de la propia Glyk, Michael League, Casey Benjamin, Robert «Sput» Searight y Brett Williams, siendo éste el músico más destacado al protagonizar un solo de teclado y las principales líneas melódicas (que al menos en mi opinión tienen un sonido bastante feo). 
En sí como canción estamos ante una fusión de funky movido con elementos orientales y de jazz, que funciona bien a modo de misteriosa introducción del disco, pero no tanto como canción en sí misma.
Sin embargo, ya tenemos destellos de una banda tremenda, con un Searight luciéndose a la batería con un complejo groove y una Glyk que hace sus pinitos como cantante (aunque se tratan de unas líneas vocales más ambientales que otra cosa) y que también toca unas líneas rítmica con su bajo muy interesantes.

2.- Unfollower. Michael League y Kinga Glyk se encargan de esta composición que comienza con un ritmo de rock básico de la batería y una línea con un bajo bien distorsionado, para entrar poco a poco el resto de instrumentos, siendo, de nuevo, el teclado quien lleva la parte melódica. 
La canción entera se basa en un rock sencillo pero contundente, algo que no le habíamos escuchado hasta ahora a la polaca, aunque tiene una sección central por el minutos dos algo más jazzy y muy melódica.
No creo que vaya a ser una canción muy demandada en los conciertos, pero se agradece el intento por hacer algo diferente.

3.- Who cares? Pasamos ahora a este medio tempo bluesero escrito por Glyk y League. Tampoco tenemos un derroche de lucimiento por parte de ninguno de los involucrados, pero se agradece la elegancia en la ejecución de cada instrumento así como el divertido groove que hará que los pies quieran moverse.

4.- Island. Con una bonita intro de armónicos en el bajo para que a continuación se le sume un majestuoso sintetizador a lo Mike Oldfield, así es como da comienzo esta composición de Kinga Głyk, Michael League y Brett Williams
Y todo ese aire bonito se repite hasta la saciedad, ya que estamos ante una «canción bucle», que repite una y otra vez el patrón de bajo y batería y en la que se luce Williams con su acompañamiento a los sintes. De todas formas, el bucle se rompe cerca del minuto cuatro, con un hermoso solo de bajo de nuestra protagonista y un vistoso solo de batería.
Pese a lo que diga de la repetición o el bucle, el resultado termina siendo bello.

5.-Not real. Primera de las cuatro composiciones firmadas por la polaca en solitario. El comienzo es curioso, porque mediante varias capas de sintetizador y un sencillo riff también de teclado, nos introduce en un mundo onírico, que, sin embargo, pronto se transformará en un medio tempo de jazz y funk, con Kinga poseída por el espíritu de Marcus Miller, mostrando todos sus recursos con la técnica del slap, y un intercambio de frases entre bajo y teclado de lo más interesante.

6.- Unseen bruises. Otra composición propia de Kinga y que es más una introducción de apenas minuto y medio, con toques de percusión y bajo y un sintetizador emulando algún instrumento de viento, y todo ello con un cierto aire setentero. 
Pero como digo, no funciona como canción independiente, sino como una introducción a algo que tiene que llegar.

7.- Swimming in the sky. Y eso que ha de llegar es esta magnífica creación de Glyk junto a League. Un medio tempo entre funk y rock muy setentero, con un bajo de lo más hipnótico, creativo y técnico, acompañado de buenas intervenciones de teclado por parte de League, que dan lugar a una composición misteriosa que puede recordar a los escarceos funkies que tuvo Jeff Beck en los 70.

8.- The friend you call. Michael League y Kinga Glyk se reparten los créditos de la composición en una canción que desde el segundo uno recuerda a las creaciones del dúo Pat Metheny y Lile Mays; es decir, un cruce entre jazz y new age de muy agradable escucha.
Además, pese a que el sonido de sintes es ya omnipresente en este álbum, aquí nos encontramos con un poderoso solo de teclado que hará las delicias de los amantes de la técnica y una batería que brilla con luz propia.
Para redondear, contamos con el añadido de unos homenajes al clásico de Weather Report, «Birdland».

9.- That right there. Tremendo el riff de bajo con el que se inicia la que es la única composición en solitario de Michael League para este disco. Puro funky setentero con incorporación de unas guitarras rítmicas bastante divertidas y la mayor diversidad sonora de todo el álbum, con sintes y teclados sonando de formas diferentes e incluso la misma Glyk decide ponerse experimental, mostrando un sonido entre bajo distorsionado y sinte retro.

10.- Funny bunny. Otra vez el dúo LeagueGlyk firma esta composición que no es mas que un divertimento de apenas treinta y cinco segundos. Riff con bajo acústico y voz femenina interpretando unas líneas melódicas con aires latinos y poco más.  

11.- Sadness does not last forever. Michael League y Kinga Glyk se juntan por última vez para componer en el álbum y lo hacen con esta falsa balada, que es lo que parece durante el primer minuto, para dar paso a un movido funky y otra vez con predominio de los teclados. 
Pese a encontrarnos con un Robert Searight tremendo a la batería, la canción termina por ser repetitiva y monótona.

12.- Opinions. El álbum finaliza con nuevo tema firmado por la joven y la que es la composición más espacial de todas, con un hipnótico riff de bajo que va acompañado de un precioso colchón de sintes y una melodía de teclado melancólica.

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CONCLUSIÓN

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    Va a serme muy difícil escribir estas conclusiones. A nivel interpretativo y de técnica instrumental es un trabajo impecable, de altísimo nivel. A nivel de sonido, mezcla y producción, lo mismo: un trabajo impecable, de altísimo nivel. Incluso en todo el arte promocional podemos ver una serie de fotografías de lo más elegantes.
Sin embargo… no quiero decir que «Real life» me ha aburrido pero sí que no hay canción alguna de las doce que lo forman que me haya emocionado. 

    Con esto no quiero dar a entender que no haya buenos temas, porque ahí están «Swimming in the sky», «That right there» o «The friend you call», y el resto ninguno es malo, sin embargo he echado en falta cosas y me han sobrado otras. Por de pronto, encuentro muy a faltar a la propia protagonista y líder del disco. Sí, líneas de bajo interesantes hay, pero ni una es la principal en momento alguno. Y lo que me sobra es el exceso de teclados, no en vano tenemos acreditados a cinco teclistas, como comenté en el inicio del análisis. Para colmo, gran parte de la líneas melódicas de teclados que sí son protagonistas de todas las canciones, tienen un sonido que no me gusta (aunque esto es gusto personal). 

    Se agradece el hecho por parte de la autora de crear un trabajo colectivo, con muchos músicos escribiendo música, lo cual, paradójicamente, ha dado lugar a un álbum muy unido y cohesionado; y se agradece también el, siendo aún muy joven y con una discografía no muy extensa, darle la vuelta a todo y realizar un trabajo muy diferente, tanto en composición como en sonido, pero, insisto, aún así, no hay nada que me haya emocionado, por más que hayan buenas ideas en casi todas las composiciones. 

    Sin duda habrá a quien le enloquezca este disco y eso es bueno, pero le tenemos que dar una puntuación baja respecto a los anteriores dado que si ella no es la protagonista de su propio álbum, eso indica que no hay un trabajo con el bajo eléctrico tan desarrollado ni presente como sería deseable y como le hemos podido escuchar hasta el momento. 

    Una pena, aunque es obvio que el talento y la juventud siguen presentes y que este disco no invalida toda su magnífica trayectoria desarrollada hasta la fecha, por lo que sigo con ganas de verla en directo en España algún día y disfrutar de su arte.

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Kinga Glyk real life promo 04

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TEXTO: Albert Sanz

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