.
Hace ya muchos años (muchos más de los que querría recordar), escuché un vinilo llamado «L.A. Blues Authority», primero de una lista de seis álbums dedicados a versionar clásicos del blues por primeras figuras del metal más contundente y virtuoso. Una apuesta arriesgada hoy en dia que sin embargo, en mis años de adolescencia me parecia «una puta pasada».
Aunque en aquel momento ya estaba versado en los virtuosos de la época y el álbum estaba realizado en parte por la «familia» Varney, esto es, Tony MacAlpine o Ritchie Kotzen y en parte por otros músicos que ya adoraba como Paul Gilbert o Billy Sheehan, me voló la cabeza escuchar a un tal George Lynch. Si bien disfrutaba con las marcianadas de Satriani y Vai, este tipo me dejó descolocado. Uno de los dos temas en los que tocaba, el «Rollin’ and tumblin'» mostraba una serie de técnicas mezcladas de tal manera que realmente no sabia bien que es lo que hacia en cada momento. Vale, me recordaba un poco a Vai y sé que añadía muchos tappings, ligados y palanca de vibrato, pero el lenguaje empleado a la hora de solear y como intentaba imitar con las seis cuerdas patrones rítmicos y solistas de la armónica era totalmente inédito para mi (lo cierto es que aún hoy en dia, Lynch es de los pocos que me sigue sorprendiendo).
Inevitablemente tuve que investigar sobre este tipo y de ahí llegué a Dokken, Lynch Mob, su carrera en solitario y colaboraciones varias hasta llegar al dia de hoy. Dos años después de su extraño concierto en solitario en Bikini (extraño porque hizo jams a pelo sobre un CD y luego tocó con su banda), George Lynch ha vuelto a España y lo ha hecho a lo grande: resucitando a los míticos Lynch Mob, recuperando al cantante original Oni Logan y presentando un estupendo álbum llamado «Smoke and mirrors».
.
Los encargados de abrir el concierto fueron los gaditanos Handful of rain, un quinteto que practican un hard rock y un A.O.R. en la onda de los Lynch Mob, por tanto su elección fue perfecta. Ecos de Bon Jovi, Dokken o Y & T se adivinaban en los temas propios, a los que acompañaron un par de versiones del «Rock & Roll» de Led Zeppelin y el «Rockin’ in a free world» de Neil Young (muy bien fusionado con el riff de «Enter sandman» de Metallica). Una excelente y acelerada versión esta última con la que finalizaron el concierto. Concierto que estuvo muy bien en el apartado musical, no así en el interpretativo. De hecho el mismo cantante ya dijo en un par de ocasiones que llevaban tiempo sin tocar y que estaban cansados del viaje. Lo cierto es que tanto al guitarra solista como al bajista se les notaba esforzándose visiblemente. En cualquier caso, se trata de una banda a reivindicar y que demuestra que no hace falta ser yanqui para hacer hard rock melódico de gran calidad y aroma yanqui.
…
Pocos minutos antes de las 22 salen a escena los Lynch Mob y sorprendentemente empiezan a hacer las últimas pruebas de sonido y ajustes en sus equipos. Ya sabemos que Apolo 2 es una sala pequeña (minúscula más bien) y que eso ayuda a que el músico tenga más contacto con su público, pero nos sorprendieron con esa actitud, teniendo el status de culto que tienen.
Poco después, con todo listo, Oni Logan, George Lynch y los nuevos fichajes Brian Tichy a la bateria y Robbie Crane al bajo empezaron a tocar los primeros compases del «She’s so evil but she’s mine». La banda sonaba compacta y compenetrada como si hubieran sido los cuatro miembros que hubieran realmente grabado el último disco. Todos manejaban su instrumento con soltura, aunque es lógico que las miradas se digieran hacia el hombre de la ESP amarilla a rallas negras e impactantes bíceps y pectorales.
Brian Tichy demostró ser un crack, ya que en un par de ocasiones perdió una de las baquetas por hacerse el vacilón y sin embargo eso afectó a la interpretación en absoluto. Robbie Crane también tocó muy bien aunque más en segundo plano, consciente de su labor rítmica y sin hacer más de lo necesario (que ya es bastante). Oni Logan también me sorprendió aunque negativamente. Si bien canta de maravilla, su carisma escénico no es el que deberia tener alguien tan veterano y que cantó en el «Wicked sensation», uno de los mejores álbums en la historia del rock. Además, no se a que se debe su mania de hablar en inglés, ya que en varias ocasiones nos habló en un perfecto castellano sudamericano (no fueron cuatro palabras sueltas que uno aprenda por compromiso). Por su parte, George Lynch, tocó de vicio, nos demostró cuanto Cola-Cao hay que tomar para llegar algún dia a tocar como él y no se amilanó cuando se le rompió una cuerda de una de las guitarras y siguió soleando como si tal cosa.
El set-list alternó temas de Dokken y Lynch Mob como «21st century man», «River of love», «Mr. Scary», «Into the fire» y como colofón una impresionante (y esperada) «Wicked sensation».
….
Pese a todo, varios factores negativos hicieron que el concierto no fuera como uno esperaba. Por un lado la afluencia de gente. Sí, era entre semana y todo eso, pero es la primera vez que veo que los teloneros empiezan tarde para ver si llegaba más gente. Y es verdad que Lynch Mob nunca han tenido tanto tirón en España como otras bandas del estilo, ¡pero que no se consiguiera llenar una sala de 200 personas es incomprensible! De hecho, hubo más gente en el concierto en solitario de George Lynch de hace dos años en Bikini. Por otro lado estuvo lo bueno que fue el concierto, que las canciones se interpretaran muy fielmente sin alargar ninguna (todos esperábamos algú megasolo de cinco minutos por parte de Mr. Scary) y que no hicieran ningún bis. Lo cual significó que no llegaron a tocar ni hora y media. Y para acabar, la propia actitud de la banda al no saludar al público al finalizar (si no habéis estado en Apolo 2, decir que el escenario mide unos 50 centimetros de altura, que no hay valla protectora y que no hay que hacer ningún esfuerzo para dar la mano al público) y al no quedarse a firmar autógrafos. Al menos estaba convencido de que sí, porque detrás de la imagen de serio que da siempre en escena el guitarrista, me sorprendió su cordialidad y cercania con los fans en el mencionado concierto en solitario (¡y hasta grabó un saludo para nuestro programa!), y el resto parecian bastante majos. En cambio, pese a que los encargados de la sala no echaban a nadie de ella (lo cual ya es una muestra de que se ha pactado que los músicos van a salir a firmar) la gente se acabó yendo sin fotos ni autógrafos.
…
En fin, concierto breve, poca cercania y comunicación con los fans (y mira que es dificil en esa sala) combinado con potencia, feeling y un estado de forma tremendo. Una sensación agridulce, aunque prefiero quedarme con el recuerdo de haber visto a Mr. Scary y su genial banda a un metro de distancia tocando como dioses del rock.
…
…
Y para finalizar, como siempre los bonus tracks de rigor. Unos cuantos videotube (excelente la calidad de imagen para las condiciones en las que se graban este tipo de videos) y estos temas grabados por Guitar Xperience en exclusiva:
-
Handful of rain: «Rockin’ in a free world»
….
Por cierto, las fotos que acompañan la crónica (excepto la última que es de la web oficial del guitarrista) han sido extraidas de la web del programa de radio Pecado Mortal y del foro del webzine Rock Angel (os pido que leáis el comentario que hace un asistente sobre el penoso asunto de la pizza de George Lynch).
Deja una respuesta