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Artista: Mastercastle
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Sello: Lion Music
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Año: 2.010
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Estilo: Power metal, heavy metal neoclásico y heavy metal
CALIFICACIÓN TÉCNICA
- Nivel de técnica: 8/10
- Velocidad: 7,5/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 7/10
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Nivel de coñazo virtuosístico: -4/-10
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Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 8,5/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10
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PUNTUACIÓN: 7,3/10
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 8/10
- Nivel de feeling: 7/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 7/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 8/10
- PUNTUACIÓN: 7,5/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,4/10
Por norma general, detesto el género del heavy metal neoclásico y su vertiente más comercial y no tan virtuosa: el power metal. Si bien, la idea de combinar la pasión y la fuerza del heavy metal de toda la vida con la complejidad armónica de la música clásica debiera ser una combinación ganadora, los escasos conocimientos de los que hacen gala los músicos de heavy metal respecto a la complejidad del clásico logran que esta mezcla sea de todo menos excitante. Sí, la parte técnica la dominan todos los que se han atrevido a estudiar las obras que pueden tocarse a púa o a tapping, ya sea el célebre moscardón de Rimski-Kórsakov o los caprichos de Paganini. Pero la parte técnica -sin restarle mérito- no es más que echarle horas ante un metrónomo repitiendo las notas como un loro. La composición es otra cosa. A ver, ¿qué músico de heavy metal neoclásico ha compuesto algo que se parezca remotamente a Bach, Mozart o Beethoven? ¿Nikolo Kotzev con su obra conceptual «Nostradamus»? Y eso teniendo en cuenta que estariamos hablando de una ópera rock, lo cual es otro estilo. Tendríamos que remontarnos a los comienzos del género para escuchar las primerizas composiciones de Cacophony, Yngwie Malmsteen, Helloween, Vinnie Moore o Tony McAlpine para llegar a encontrarnos con un nivel elevado (y aún así, siempre estariamos hablando de un Bach o un Mozart en horas bajas).
Más allá de eso, ni los 90 ni el nuevo siglo han parido una obra de heavy neoclásico que merezca hacer gala de su nombre (por favor, que nadie mencione el concierto para orquesta de Malmsteen, consistente en un karaoke con orquesta elaborado a partir de un refrito de riffs antiguos propios). Y sin embargo resulta curioso que los músicos del estilo no hayan querido estrujarse los sesos estudiando y analizando las secretos de la música clásica, mientras que los metaleros y rockeros que han decidido ir por la via del «otro gran estilo culto y complejo» como es el jazz, han conseguido un notable avance tanto técnico como armónico de la guitarra, en los subgéneros del metal progresivo, el rock sinfónico o el jazz fusión (y hasta logrando crear alguna insólita y espectacular combinación como es el death jazz metal técnico). Aunque desgraciadamente, la repetición de esquemas y clichés empieza a estar a la orden del día para estos estilos también. Pero eso ya es otra historia.
Toda esta introducción viene dada, porque el metal neoclásico y el power metal (su vertiente más orientada a las voces y a unas melodias épicas de fácil digestión) suelen repetir esquemas hasta gritar basta, demostrando el poco interés de los músicos en innovar y el gran interés que tienen en tocar los sweep pickings a velocidades ultrasónicas, y la poca exigencia por parte de la audiencia (algo que por desgracia es común a cualquier estilo musical o cinematográfico). Es por ello, que cuando nos topamos con un disco como el que vamos a analizar, que suena fresco, excitante, potente, elaborado, poco previsible y con una pizquita de originalidad, es como encontrar un oasis en medio del desierto de la mediocridad y la desgana.
Con todos ustedes… MasterCastle.
MasterCastle fue fundada en junio de 2008 en la ciudad italiana de Génova por el guitarrista Pier Gonella y la cantante Giorgia Gueglio. Ambos arrastraban un pasado musical común, cuando en 2.006 Pier entró provisionalmente en la banda de Giorgia Artisluna. La cosa no fue a más ya que Pier estaba unido por entonces a la exitosa banda Labyrinth y a los pioneros del trash italiano Necrodeath (con quienes han grabado tres discos -el último este mismo año-). Pero cuando dos años después marcha de Labyrinth, no tardó ni un segundo en decidir que queria formar su propia banda y con Giorgia en ella.
Tras el «sí quiero» de la chica, la banda se completó con el bajista Steve Vawamas (procedente de los powermetaleros Athlantis y del grupo de covers Metal Gang) y el batería Alessandro Bissa (también miembro actual de Labyrinth y de Vision Divine). La química fue perfecta desde el primer momento, así que editan rápidamente una maqueta que llega a manos de los finlandeses Lion Music, quienes un año después les graban su álbum debut «The Phoenix», y este mismo año el «Last desire». Un álbum en el que -según la ficha aportada por la discográfica- se centran en mostrar mediante historias los diferentes significados de la palabra «deseo».
«Last desire» muestra todos los clichés del power metal y el heavy clásico y no hay mucho margen para la originalidad, salvo los temas instrumentales que se decantan del lado neoclásico y los agradables matices de pop y metal gótico con los que la Gueglio impregna en ocasiones su magnífica voz. Pero pese a todo ello, estamos ante un trabajo muy bien realizado, donde prima la calidad y la melodia por encima de los virtuosismos (que también los hay), creado por la unión de músicos veteranos a los que se les ha contagiado la frescura de la juventud de la vocalista. Esto es MasterCastle, una perfecta mezcla de juventud y profesionalidad.
1.- EVENT HORIZON: Primer corte del álbum y toda una declaración de intenciones. El riff es potente y mil veces escuchado, pero la preciosa voz ya nos dice que estamos ante un buen tema. Dicha voz recuerda en algunos momentos a Marcela Bovio de los Stream of Passion, lo cual no deberia ser un problema, puesto que hablamos de parecerse a la voz más hermosa del panorama metalero actual. El estribillo no es ni épico ni memorable, pero la canción funciona bien a modo de intro larga. A destacar también el bajo de Vawamas, lo cual en este tipo de producciones suele maltratarse hasta el punto de no escucharse nada, al revés de lo que sucede aquí.
2.- MIR: Bajo y unos power chords inician el tema mientras otra guitarra va y viene hasta dar paso a un agresivo y pesado riff. Podría decirse que es uno de los temas más contundentes del álbum y que es heavy metal sin más etiquetas. La voz de Gueglio muestras muchos más matices que en la canción anterior. La sección casi instrumental a partir del 2:30 en plan oriental y misteriosa ya da buena cuenta de la amplitud de miras de todo el grupo (al loro con la bateria). Y Gonella demuestra ser todo un «guitar hero» tocando un rapídisimo solo con cierto regusto a lo Malmsteen.
3.- WILD SPELL: Un ritmo de guitarra de la vieja escuela abre la canción menos inspirada del álbum. Al igual que la de antes, estamos hablando de heavy puro y Gonella demuestra ser también un guitarrista melódico (aunque se le va la mano con los sweeps al final del tema), pero la sensación de ya escuchado es tan grande y como no hay nada que destaque en especial, se logra que la canción tienda a ser aburrida.
4.- LAST DESIRE: Otro riff agresivo para dar paso a la canción combinada con una guitarra aguda. Debo estar loco, puesto que la manera de vocalizar de Giorgia fuera de los estribillos me recuerda a ¡¡Björk!! Pero si os gusta el virtuosismo aquí podeis estar bien servidos, puesto que el solo de guitarra muestra unos saltos de cuerda a pua-contrapua y a velocidad de vértigo muy del estilo de Paul Gilbert, para seguir con unos bendings muy bien afinados. El estribillo también es de los tarareables y el excelente juego con los platos de Bissa le aporta mucho brillo a la bateria.
5.- AWAY: Un wah-wah inicia uno de esos temas que pese a la velocidad, tiene una melodia y espíritu más propios de una balada. De nuevo, y fuera de los estribillos, Giorgia vuelve a recordarme a Björk. Supongo que será debido a la amplitud de recursos vocales de que dispone. El solo con wah-wah ya le da un aire diferente a la canción y la sección rítmica de Vawamas y Bissa está muy inspirada. Un precioso tema, sí señor.
6.- SPACE TRIP: El primero de los temas instrumentales que aparecen en el álbum. Por primera vez se juega en la intro y en varios momentos con sonoridades progresivas ayudado por un teclado (en la copia de prensa que disponemos no se menciona quien lo toca). La sección rítmica de Vawamas y Blissa funciona como un mecanismo bien engrasado y se luce de lo lindo en las partes progresivas, pero el tema está hecho para mayor gloria de Gonella. Junto a estas partes mencionadas, hay otras de puro heavy neoclásico, con una técnica y una velocidad que ponen los pelos de punta. Es así como debiera ser un tema instrumental neoclásico: virtuoso, con fuerza y con elementos inesperados como son las partes melódicas progresivas.
7.- JADE STAR: Llegamos ya a la balada. Otra vez un teclado y un regusto pogresivo acompañan a una preciosa balada con unas lineas vocales (incluidos estribillos) de gran originalidad. El bajo de Steve Vawamas destaca más que en los temas anteriores y las guitarras armonizadas acaban de redondear una de las mejores baladas del año.
8.- GREAT HEAVEN’S CLIMB: Otra canción en la tradición más clásica del power metal. Un estribillo vocal épico, una batería monótona en la que no cesa ni un momento el doble bombo, y una guitarra y un bajo tocando al unísono la misma linea. No obstante, Pier Gonella rompe con los esquemas al tocar un solo ¡corto!, ¡no demasiado rápido! y ¡en una onda de jazz fusión!
9.- CAT-HOUSE: Acordes con cuerdas al aire en plan AC/DC dan paso a un garagero riff casi de stone rock. Gonella se hace servir de la tecnología para imitar el sonido de dichos acordes con un pedal de trémolo consiguiendo un sonido muy especial. Giorgia se muestra más dura que nunca en el estribillo. El solo también parece interpretado por Angus Young y el teclado le da un aire muy melódico al tema. Al no tener riffs con distoriones pesadas el tema respira, no te da esa sensación «rompecerebros» de muchos temas heavys y podemos escuchar con total nitidez tanto el bajo como la bateria. Grandioso tema.
10.- TOXIE RADD: Un riff de guitarra casi trash inicia este tema. Tema adornado con continuos cambios de ritmo y con una voz, que se muestra esta vez muy popera. Gonella vuelve a darle al wah-wah y a la palanca de vibrato en un solo que nos recuerda a Satriani. Pese a todo, será la falta de un estribillo emocionante (aunque vocalmente la cantante está muy inspirada) o lo que sea, que la canción pasa sin pena ni gloria.
11.- LA SERENISSIMA: Segundo y último de los temas instrumentales del disco. Tras unos acordes con guitarra limpia entra la melodía de guitarra con distorsión y entonces comprobamos que estamos ante una versión de lo más bizarra. Se trata de una versión del famoso tema «La serenissima», creado en los 80 por el gran compositor Gian Piero Reverberi y grabado con su célebre grupo Rondó Veneziano. Antes que Luis Cobos, Rondó Veneziano ya andaban grabando discos y fusionando la música clásica con pop y dance. Obviamente, MasterCastle ha sustituido la parte pop por otra heavy, pero realizada con un buen gusto y un respeto enormes. Y pese a que pudiera ser un tema ideal para que un guitarrista neoclásico convencional pusiera la velocidad punta y empezara a escupir nota tras nota en plan metralleta, Pier Gonella demuestra que no es un guitarrista como los demás, y sus intervenciones solistas fuera de la melodia original se basan en el sentimiento y la melodia. ¿Estaremos hablando del mejor tema instrumental de 2.010?
12.- SCARLETT: La última canción del disco e inspirada en «Lo que el viento se llevó» y que se parece sospechosamente al «Event horizon» con que abrian el disco. No obstante, las armonías de guitarra con chorus y wah-wah y el riff principal de guitarra y bajo otorgan un aire atmosférico a toda la canción. Como pasaba en «Away», pese a ser un tema powermetalero rápido, el aire atmosférico y relajado parece más propio de una balada. Una hermosa manera de acabar el disco.
Pese a que ya tengan dos discos, podemos seguirlos considerando una banda nueva al llevar solo dos años. Por lo tanto son una gran promesa dentro del género. Es posible que la continuidad esté en peligro debido a los compromisos que tienen todos sus miembros con otras formaciones, pero si es así, al menos MasterCastle habrá servido para dar a conocer a una maravillosa vocalista como es Giorgia Gueglio. Que no os engañe ese 7,4 que hemos otorgado a la puntuación total, ya que por las características de nuestro programa de radio, tenemos que valorar muchos factores. Solo a la calidad musical ya le hemos otorgado un 8 y eso es lo que debería importar. «Last desire» es un gran álbum con todos los pros y contras del género, y si te gusta el guitarreo, con Pier Gonella descubrirás a un nuevo crack, melódico y con buen gusto (aunque se le va la mano, o mejor dicho, la pua, en varias ocasiones). Los temas tienen la duración justa, van al grano, no se abusa de largas secciones instrumentales, ni hay pretenciosas canciones de diez minutos como ocurre a veces en el género. Tal vez no sea un álbum que pase a los anales de la historia pero es muy pero que muy disfrutable.
Ahora solo hace falta que Lion Music les produzca videoclips con más presupuesto. Porque tanto ese «Last desire» que hemos puesto arriba como «Princess of love» perteneciente a su debut «The Phoenix» (y que puedes ver a continuación), tienen un aspecto amateur terrorífico.
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