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Este pasado viernes, dentro del marco del 43 Festival Internacional de Barcelona Voll Damn y -valga la redundancia- dentro del bello marco que es el Palau de la Música Catalana, asistimos a un concierto donde la elegancia se fusionó con la pasión, donde la disciplina jugó con la improvisación y donde la técnica y la creatividad aparecieron por partida doble a través de las manos de dos auténticos talentos de nuestro tiempo.
Dave Holland y Pepe Habichuela fueron invitados por el festival para una noche magistral en la que jazz y flamenco se fusionaron en un solo concepto: buena música. Una noche, que por cierto, significaba el fin a una larga gira de casi dos años que les ha llevado a presentar por todo el mundo su álbum conjunto, un derroche de virtuosismo y calidad llamado «Hands».
Holland es uno de los más destacados contrabajistas del momento. El inglés atesora un currículum entre los que destaca haber tocado con Miles Davis, Bill Frisell y casi toda la élite del jazz mundial. Pepe Habichuela por su parte, es uno de los más grandes guitarristas flamencos que ha dado este país. Acompañante de Enrique Morente durante más de dos décadas y patriarca del clan Carmona, ha sabido mantener el legado del flamenco más puro, aunque la influencia de sus hijos en forma de pop, funky, soul o jazz le ha ido moldeando el carácter musical.
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Cuenta la leyenda que ninguno de los dos quedó satisfecho de su primer encuentro: un festival de jazz en el que ambos fueron invitados a colaborar juntos en un par de temas. No hubo química, nadie entendía al otro y ni siquiera hablaban el mismo idioma. Años después, el álbum «Hands» y su correspondiente gira que finalizó el viernes, dan fe de que las diferencias han sido aparcados en pos de la creatividad y el objetivo por encontrar juntos la máxima belleza musical. Habichuela no ha cambiado de forma de tocar (menos mal, ya que su técnica de legatto sigue siendo asombrosa), pero sí manera de componer. Sin dejar de lado la estructura de los palos flamencos de toda la vida, las composiciones tienen mucha más riqueza al haber sido «contaminadas» por el jazz. Holland sí que ha cambiado en todos los aspectos. Sus solos de contrabajo evolucionan del jazz al flamenco con total naturalidad y esto afecta positivamente a la composición.
Esto es lo que nos ofrecieron en un directo en el cual desgranaron todo el disco. Con un aforo lleno a tres cuartos y unos minutos de retraso, aparecieron sobre el escenario los dos maestros acompañados de la banda. Banda formada por los percusionistas Bandolero y Juan Carmona y el guitarrista Josemi Carmona. Estos dos últimos, hijos de Habichuela; y por cierto, Bandolero es también percusionista en la banda de Josemi Carmona (de cuyo concierto celebrado durante el 22 Festival de Guitarra de Barcelona puedes leer su crónica aquí).
El concierto nos ofreció algunas sorpresas como los cambios de banda. Habichuela o Holland sólo con los percusionistas, los cuatro juntos o Josemi llevando la voz cantante. En este sentido fue curioso como Pepe cedió el protagonismo a su hijo. Así, el ex Ketama tocó varias canciones junto a Dave Holland. En una de ellas su hermano Juan dejó las percusiones para agarrar la guitarra de su padre. Holland ya fue invitado en el álbum debut de Josemi «Las pequeñas cosas» para tocar en el tema titulado «Pasando por Huelva». Sin embargo fue otro el que interpretaron, teniendo así todo el protagonismo. «Tangroove» sonó majestuosa, con Josemi mostrando todo el toque de jazz que le caracteriza.
Desde luego es meritorio como los dos maestros y protagonistas de la noche dieron tanta manga ancha a Josemi. Independientemente del parentesco familiar, ambos le estaban dando la entrada por la puerta grande a la élite del jazz y el flamenco. Y por cierto, esto no ha pasado desapercibido para la organización del festival, puesto que si bien el nombre de la banda es Dave Holland & Pepe Habichuela, en esta ocasión y debido a la inclusión desde hace pocas fechas del joven en la formación, el concierto estaba publicitado como Dave Holland & Pepe Habichuela con Josemi Carmona.
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Como he comentado antes, tocaron todo el disco al completo con diferentes cambios de músicos. Todos rayaron a un nivel técnico altísimo. Incluido Josemi, quien en su anterior visita le vimos un gran nivel con la púa pero no mostró mucho flamenco en su mano derecha. No fue así esta vez, puesto que acompañaba a la perfección a su padre con rasgueos, trémolos y toda la técnica flamenca. Dave Holland también mostró en muchos momentos la evolución en su estilo y su contrabajo (con una caja de resonancia muy pequeña) sonó diferente a lo que estábamos acostumbrados.
Tras hora y tres cuartos y un bis, el grupo se despidió, no sin antes tener que volver a salir por tres veces al escenario: el público no dejaba de aplaudir. Esperábamos un segundo bis pero por desgracia éste no llegó.
Cuando dos talentos así se unen en pos de un objetivo común y se hacen acompañar de unos músicos entregados, el resultado no puede ser otro que la máxima belleza musical.
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TEXTO Y FOTOS: Albert Sanz (fotos en directo) y The Project (logo y foto primera)
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