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FICHA
- Artista: Luca Turilli’s Rhapsody
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Sello: Nuclear Blast Records
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Año: 2.015
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Estilo: Symphonic power metal, heavy metal neoclásico
CALIFICACIÓN
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CALIFICACIÓN TÉCNICA
- Nivel de técnica: 7/10
- Velocidad: 8/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 8/10
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Nivel de coñazo virtuosístico: /-10
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Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 8/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10
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PUNTUACIÓN: 8/10
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 8/10
- Nivel de feeling: 7/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 6/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 6/10
- PUNTUACIÓN: 6,75/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,4/10
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INTRODUCCIÓN
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El guitarrista italiano y ex miembro del grupo Rhapsody —renombrados tras su marcha como Rhapsody of Fire—, Luca Turilli vuelve a la carga con su banda y un nuevo disco lleno de coros poderosos y melodías épicas que harán las delicias de sus fans, entre los que me incluyo, por supuesto. Y esta vez vuelve dándole una vuelta de tuerca más a su carismático estilo mezcla entre banda sonora de película fantástico-medieval y power metal acelerado con reminiscencias neoclásicas, y además a lo grande. O sea, más épico, con más coros, más operístico y con más arreglos orquestales que nunca, y claro, esto juega a su favor o en su contra según se mire, puesto que no gustará tanto a los fans más heavyes ya que lo encontrarán demasiado recargado de elementos externos a lo que es la médula del power metal. Sin embargo, gustará a los fans más abiertos y receptivos a nuevos sonidos y a la fusión con elementos orquestales.
El título del álbum no podía ser ni más épico ni más impactante: «Prometheus: Symphonia Ignis Divinus», la sinfonía del fuego divino o algo parecido, ¡¡toma ya!!!, y como ya sucedió en el primer disco, ha sido producido por el propio Luca y toda la música, letras, y los arreglos orquestales y corales también son factura suya, al igual que la grabación de las guitarras, piano y teclados. Es decir, todo menos la grabación de las voces que ha corrido a cargo de Alessandro Conti y los bajos y la baterías que han sido grabados en estudio; porque claro parece ser que tampoco han participado los músicos de gira, aunque sí que aparecen sus fotos en el libreto para dar más sensación de banda; estos son Dominique Leurquin como segundo guitarrista, Patrice Guers como bajista y Alex Landenburg como baterista.
Estamos frente a todo un multi-instrumentista y músico del Renacimiento, nunca mejor dicho, ya que él se lo guisa y él se lo come, o nosotros nos lo comemos. mejor dicho.
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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
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1.- Nova Genesis (Ad splendorem angeli triumphantis). Otro título de lo más grandilocuente, que sirve a modo de introducción para lo que vendrá después, siguiendo la línea de los inicios de disco habituales en su discografía: voces femeninas enigmáticas, teclados misteriosos, coros a lo «Carmina Burana», y mucho instrumento de música clásica de fondo para confeccionar una obertura de lo más triunfal y épica.
2.- Il cigno nero. Con un solo de teclado que se va repitiendo después como si fuera un riff de guitarra empieza este tema cantado en italiano. Muy buen tema para empezar, pegadizo y posiblemente el más melódico del disco.
Alessandro está fantástico llegando a notas imposibles y Luca muy bien en el solo con esos arpegios tan neoclásicos que sabe tocar tan bien. Nada nuevo pero que queda de maravilla. Y de fondo, coros, violines y todo tipo de arreglos clásicos que hacen de este un gran tema, delicado y potente a partes iguales.
3.- Rosenkreuz (The rose and the cross). Tema sobre los rosacruces, orden secreta de la antigüedad, donde nos encontramos con una estructura más convencional basada en un estribillo clásico del tipo «pregunta-respuesta», pero igualmente lleno de coros, esta vez con un aire más esclesiástico.
4.- Anahata. Aquí el disco empieza a volverse algo más abstracto, oscuro y exótico. Un medio tiempo con coros y más coros de fondo, con una melodía muy emotiva y pasional cantada magistralmente por Alessandro aportando en cada momento el matiz vocal oportuno.
5.- Il tempo degli dei. Una balada en italiano, en mi opinión más floja que los temas anteriores en cuanto a composición pero siguiendo el mismo estilo con predominancia de los teclados, abundancia de coros y arreglos orquestales como en prácticamente todo el disco.
6.- One ring to rule them all. Otro tema, que recuerda al corte número tres con estribillos más previsibles y convencionales, pero con pasajes corales y orquestales elaborados, cambios de ritmo, voces femeninas y un final apoteósico digno del mejor peplum. Escuchándolo parece que estemos en Semana Santa delante del televisor viendo «Ben-Hur» o alguna película parecida.
7.- Notturno. Es el tema más lírico del disco. Sobre una base de piano, el «Nocturnal N.1, Op.72, in Mi minor» de Chopin va alternándose, y por momentos, cantando juntos una voz masculina y otra femenina. Es el «Tormento e Passione» del álbum.
8.- Prometheus. El tema que da nombre al disco, enérgico, con las estrofas en inglés y los estribillos en latín para resaltar el carácter esotérico y hermético, algo que se repite a lo largo de todo el álbum. Vuelve un poco el estilo de los cortes tres y seis, con letras apocalípticas y proféticas sobre una música intensa y llena de matices religioso-místicos.
9.- King Solomon and the 72 names of God. Otro tema con alusiones religiosas, en este caso sobre los 72 nombres de Dios, de los cuales nombra unos cuantos durante los casi siete minutos que dura. Una de las composiciones que más me gustan del disco, ya que tiene un aire muy arabesco y unas melodías y coros femeninos interesantes. Recargado de sonidos orquestales y corales hasta la extenuación, sobre todo hacia el final del tema, lo cierto es que engancha por sus cambios de ritmo y la aparición de algún solo de guitarra entre medio.
10.- Yggdrasil. Después de tanta emoción, baja un poco la intensidad, pero sólo un poco. Estribillos más melódicos aunque el resto se pierde entre tanto coro con un encaje dentro del tema menos inspirado.
Las guitarras están más presentes que en otros temas recordando por momentos a los temas de Rhapsody, con aquellos riffs tan neoclásicos y sus solos medievales.
11.- Of Michael the Archangel and Lucifer’s fall Part II: Codex Nemesis. Otro magnífico tema al estilo del noveno corte, con infinidad de pasajes y cambios de ritmo. 18 minutos de puro virtuosismo a todos los niveles: coros, guitarras, piano, teclados, orquesta, etc. Todo mezclado y llevado al límite volviendo a recordar de nuevo la maravillosa obra «Carmina Burana». A destacar la voz de Alessandro brillando con luz propia durante todo el tema y la aparición de un enigmático piano al inicio y en algún que otro momento sirviendo de eje argumental para el resto de la composición.
12.- BONUS TRACK: Thundersteel (Cinematic Version). Como ya sucedió en el primer disco, para finalizar nos ofrecen una magnífica versión, en este caso del temazo «Thundersteel» de Riot con un dueto vocal de lujo: Alessandro Conti y nada menos que Ralf Scheepers.
Además del disco, Luca Turilli’s Rhapsody sacaron a la venta en diciembre un single llamado «Il cigno nero [Reloaded]» que paso a comentar ahora.
Il cigno nero [Reloaded]. Según Alesandro Conti, tras componer la canción, pensaron que añadiendo guitarras más potentes habría quedado muy bien. Y lo cierto es que si el original ya era bueno, esta nueva versión bien podría haber sido la definitiva.
Guitarras rítmicas más potentes y nuevas líneas de teclado logran una versión excelente y por lo menos, igual de buena que el original.
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CONCLUSIÓN
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En resumidas cuentas, este nuevo álbum de la banda sigue la línea del anterior pero con una novedad: la grabación de más sonidos orquestales y coros, quitándole de esta forma algo de protagonismo a las guitarras, sobre todo a las guitarras rítmicas, algo que se puede observar al comparar la grabación original del tema «Il cigno nero» con la nueva versión editada con posterioridad, que tiene algunos arreglos regrabados y donde la guitarra rítmica tiene más presencia y el tema en sí suena con más potencia.
Nos encontramos ante un buen disco, con buenos temas y un sonido orquestal muy impactante, por eso respecto al primer disco, en la puntuación he subido la nota hasta 8 en el apartado «Variedad de fraseo, recursos y técnicas», pero he bajado un punto el «Nivel de feeling» pues los temas me parecen más redondos en el primero —la crítica al anterior trabajo de la banda puedes leerla aquí—.
Por todo ello si tuviese que elegir uno entre éste y el primero me quedaría seguramente con el primero, el «Ascending to infinity».
Lo mejor: Que este nuevo giro de tuerca representa una evolución hacia un sonido más orquestal y cinemático, algo de agradecer pues a estas alturas resulta difícil innovar en este estilo de música, y además se diferencia aún más del «sonido Rhapsody».
Lo peor: Como con todo cambio, algo se gana pero también algo se pierde, y en esta ocasión se pierde parte del espíritu heavy al tener menos presencia las guitarras.
Y para finalizar, recordamos de nuevo las dos citas indispensables para fans del género que tendrán en breve. Acompañados de las bandas Temperance y Qantice, nos visitarán en las siguientes fechas:
- Viernes 12 Febrero 2.016 – Caracol – Madrid
- Sábado 13 Febrero 2.016 – Sala Mandra 1 – L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
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TEXTO: Iván Macías
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