El informe médico confirma el suicidio mediante ahorcamiento del músico.
Con su banda, Soundgarden, Cornell lideró la escena del grunge y el rock alternativo de la década de los 90, junto a Nirvana y Pearl Jam.
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Ya tenemos asumido que por lógica, las muertes de leyendas de cualquier tipo de arte van a ir en aumento (aunque por supuesto, no es algo de lo que nos alegremos), sin embargo, la noticia que ayer jueves por la mañana todos los medios musicales publicaron, nos ha caído como un jarro de agua fría, porque no podíamos ni imaginarlo.
El cantante de Soundgarden se ahorcó, según ha confirmado el médico forense encargado del caso. Si bien, las primeras noticias no especificaban este hecho, a lo largo del día de ayer comenzó a filtrarse la información relativa al suicidio, y cómo, los policías de la ciudad de Detroit que acudieron a su domicilio, lo encontraron inconsciente en el suelo del cuarto del baño con una cinta alrededor del cuello.
Tanto la familia como el manager de Cornell han agradecido a los fans en un escueto mensaje el continuo amor y la lealtad mostrado hacia él a lo largo de toda su carrera, pero piden privacidad y respecto en estos momentos, por lo cual tendremos que esperar a los próximos días para conocer más detalles.
El vocalista había actuado la noche anterior en el Fox Theatre de Detroit, por lo que los asistentes al concierto debieron de quedarse de piedra ayer al conocer el hecho de que acababan de ver el concierto póstumo de su ídolo.
Chris Cornell fundó Soundgarden a mediados de los 80 y consiguió, a base de letras profundas, música muy trabajada, una voz envidiable y un carisma innato, posicionarla como una de las banderas del grunge, junto a Nirvana y Pearl Jam. Cornell, además, era un muchacho atormentado con un historial de depresiones y comportamientos asociales y en ocasiones violentos, y siendo ese el tipo de personalidad que resultaba atractiva para los fans del grunge noventero, acabó por convertirse en una leyenda.
Con «Badmotorfinger» y «Superunknown», Soundgarden lograron la cuadratura del círculo: ofrecían rock potente, en ocasiones incluso heavy, creativo, con calidad y a la vez vendían millones de discos y la prensa les hacía hueco en sus páginas. Eran otros tiempos y lo mainstream convivía con la calidad sin problemas.
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Cornell también formó parte de otros proyectos, como el semi desconocido en su momento grupo Temple of Dog, con un álbum homónimo editado en 1.991 y que estaba formado por miembros de Soundgarden y de los aún no míticos Pearl Jam, y que a día de hoy es una pieza de culto, o Audioslave, que unió su especial timbre de voz al rap metal combativo de los Rage Against The Machine —sin Zak de la Rocha— y con los que pariría tres álbumes perfectos, y que sería además la primera banda norteamericana en décadas que actuaba en Cuba.
En solitario tampoco le fue mal, debutando en el 99 con el imprescindible «Euphoria morning» y grabando cinco exitosos trabajos. El mundo del cine también lo reclamaría, permitiéndole colaborar en las bandas sonoras de las películas «Machine gun preacher» y «Casino Royale». Ésta última colaboración fue bastante sorprendente e inesperada, dado que hasta la fecha la mayoría de temas principales de las películas de James Bond habían sido interpretadas por voces femeninas, pero el reinicio de la célebre saga iba a tener un enfoque más dramático, por lo que el estudio consideró que necesitaban a un intérprete masculino fuerte.
Una vez más, gracias Chris, por tantos años de música maravillosa.
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TEXTO: Equipo de redacción
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