El guitarrista Claudio Ringeling nos presenta un nuevo test relacionado con el fabricante norteamericano Ernie Ball.
El «Ambient Delay» es el primer efecto de este tipo en formato pedal al estilo wah-wah, y que además, puede conectarse entre el amplificador y la guitarra.
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En la anterior entrada os hablamos de que pese a que el hardware y sus novedades relacionadas con la guitarra y el bajo no es un tema que Guitar Xperience toque (hay otros medios que ya cubren este apartado con notable calidad), el guitarrista Claudio Ringeling y su productora Rec Play Music, con los cuales ya habíamos colaborado tiempo atrás, nos hicieron llegar un vídeo en el que testeaban unas cuerdas del fabricante Ernie Ball para su canal de YouTube, «TesTing». Dada la calidad de dicho vídeo y que se trata de un producto que está dando mucho que hablar entre la comunidad guitarrera, decidimos que no podíamos dejar de lado la oportunidad de hablar de ello.
Hoy vamos a hacer lo mismo puesto que este músico nos ha hecho llegar un nuevo vídeo del mismo fabricante, aunque de un producto muy diferente y original.
El «6184 Expression Series Ambient Delay», o más conocido como «Ambient Delay», es un pedal de retardo/repetición (o sea, el delay de toda la vida) con unos estándares de calidad superiores a la media. De hecho, que su precio sea superior a los 200€ ya da una buena idea de su nivel, habida cuenta que por un precio inferior podemos tener efectos de otros fabricantes también de muy buena calidad. Pero aunque se le presuponga un sonido excelente, no es en eso en lo que más destaca el «Ambient Delay». No. Se trata del primer delay del mercado en formato pedal con plataforma de recorrido variable, o lo que es lo mismo, el primer pedal de delay que se maneja con el pie al estilo de un wah-wah o un pedal de volumen.
Quizás el hecho de poder modificar la cantidad de retardo en una misma canción entre la melodía y el solo, por ejemplo, no sea del interés de la mayoría de guitarristas, pero también es cierto que al ser una opción de uso hasta ahora inédita, las posibilidades de expresión y diversión son enormes. Ya se sabe, cuando algo no existe, mucha gente ni se plantea que pueda necesitarlo, hasta que alguien lo inventa. Y todos los que han tenido la oportunidad de probarlo coinciden en que te abre un abanico de posibilidades de sonido y ejecución tremendo que hasta ahora nadie se había planteado.
Pero otro detalle por el que destaca es por la forma en que ha sido concebido a la hora de conectarlo a un amplificador. Pese a que los efectos de modulación o retardo deben conectarse por parte trasera a las conexiones de «loop» o «send/return», el «Ambient Delay», es el primer efecto de este tipo que puede conectarse por el «input» frontal, entre la guitarra y el amplificador, como si se tratara de un wah-wah o un overdrive, y sin ningún problema o alteración en el sonido, facilitando también su conexión y desconexión.
Además, el pedal es en extremo hermoso, con un cuidado diseño en color cobre cromado con efecto espejo; aunque este quizás sea su único inconveniente, y es que es un imán para las huellas y su uso en directo puede acabar pasándole factura estéticamente. Pero aún así, es el primer pedal que no sólo usarás para tocarlo, sino que no lo guardarás en su caja cuando no lo toques, ya que lo tendrás en un lugar preferente como objeto decorativo.
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Os dejamos con el análisis que ha hecho Claudio Ringeling de este original producto, en el que da sus impresiones sobre el mismo y nos muestra una canción creada expresamente para la ocasión.
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TEXTO: Albert Sanz
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