Javier Hernández «Boni», guitarrista y cofundador de Barricada, ha fallecido debido a un cáncer de laringe que ya en 2.018 le dejó mudo, obligándole a apartarse de la música profesional.
Boni y Barricada fueron una de las principales referencias del rock urbano español desde su debut en los 80, y han sido desde entonces continuamente reivindicados por músicos de todos los géneros.
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Cuando aún no nos hemos recuperado de la reciente muerte de Alexi Laiho de los Children of Bodom, esta tarde nos hemos enterado de otra trágica noticia, la cual, además, nos toca muy de cerca. Hoy mismo ha muerto Javier Hernández Larrea, conocido en la escena rockera nacional como Boni, covocalista, guitarrista y cofundador de los míticos Barricada, una de las banderas del movimiento denominado como rock urbano.
Desde hacía años parecía un cáncer de laringe por el cual perdió la voz en 2.018, obligándole a poner punto y final a su carrera musical.
Barricada, nacida en 1.982 en Pamplona y cofundada junto a otra figura clave del movimiento, como es Enrique Villarreal «El Drogas», fue difícil de catalogar de un buen comienzo. No tenían la agresividad ni nivel técnico de unos Barón Rojo u Obús, por tanto la etiqueta de heavy metal no valía para ellos. Tampoco tenían el aire punk gamberro o radical de unos Kortatu o La Polla Records. Lo suyo era un acercamiento real a los problemas del español medio en aquella década, sin estridencias pero diciendo las cosas claras, de ahí, que junto a Leño se convirtieran en las bandas clave del denominado rock urbano. Y sin embargo, algo de punk, de heavy metal y de contundencia había en su música, de modo que rápidamente consiguieron una legión de fans entre todos los bandos.
Si bien no se cortaban un pelo en sus letras para denunciar todo lo denunciable —inclusive, la situación con el terrorismo de ETA—, sus álbumes transmitían una sensación de esperanza, de que todo podría cambiar en un futuro. Actitud opuesta a la del punk («me la suda todo») y a la de algunos heavys («el mundo es oscuro, inventemos el black metal») que logró enganchar a muchos jóvenes que si bien estaba desencantados con su actualidad, no querían desanimarse.
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Boni fue el pegamento que mantenía unida a la banda, pero en 2.013, diversas desavenencias y un lógico cansancio pusieron fin a una carrera histórica. En ese momento, el guitarrista retomó su carrera en solitario que hasta el momento sólo tenía un trabajo editado —«Peligroso animal de compañía» de 1.992— y lanzó los interesantes «Incandescente» en 2.015 y «Réquiem por el mundo» en 2.018.
Hoy nos deja a los 58 de edad debido al cáncer de laringe mencionado, pero ahí está su impresionante legado de más de veinte trabajos —entre álbumes de estudio y directos— y más de mil conciertos ofrecidos en cerca de cuarenta años de carrera musical.
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TEXTO: Equipo de redacción
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