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Crítica: The Robert Cray Band «In my soul»

The Robert Cray Band In my soul CD Cover

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  • Artista: The Robert Cray Band
  • Sello:    Provogue / Mascot Label Group
  • Año:      2.014
  • Estilo:   Blues, rhythm and blues, soul, jazz

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CALIFICACIÓN TÉCNICA

  • Nivel de técnica: 7/10
  • Velocidad: 4/10
  • Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 6,5/10
  • Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
  • Calidad de producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 10/10
  • Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7,5/10
  • PUNTUACIÓN: 7,5/10

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CALIFICACIÓN MUSICAL

  • Calidad musical: 9,5/10
  • Nivel de feeling: 10/10
  • Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
  • Ganas de hacer “headbanging”: 8/10
  • PUNTUACIÓN: 9,4/10

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PUNTUACIÓN TOTAL: 8,45/10

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    Abordamos hoy la crítica del nuevo trabajo del legendario Robert Cray al frente de su The Robert Cray Band, aparecido a finales de este pasado mes de marzo.

    El cantautor, bluesman y guitarrista norteamericano regresa al mercado sólo dos años de su anterior trabajo —«Nothin but love»—, mostrando una vez más que su carrera es una de las más regulares de entre las viejas glorias de la música popular americana.

Robert Cray    Cray ha contado con la colaboración del bajista Richard Cousins, el baterista Les Falconer, el saxofonista Trevor Lawrence, el trompetista Steve Madaio y el pianista y teclista Dover Winberg. A la producción ha estado Steve Jordan Herbie HancockSly & The Family Stone, Buddy Guy, John Mayer, Keith Richards, etc.—, el cual, junto al ingeniero de sonido Niko Bolas —Neil Young, Rod Stewart, Johnny Cash, etc.— y el técnico de mastering Steve Fallone Bruno Mars, Dulce Pontes, George Duke, etc.— han logrado una de las mejores mezclas que servidor recuerde en años.

    El disco puede suponer un pequeño chasco para los que busquen blues intenso y grandes dosis de guitarra, puesto que el acercamiento al blues y al jazz más comercial es notorio. De hecho, puede que éste sea el disco menos guitarrerro que en esta web/programa de radio hayamos analizado, pero no por ello la calidad es inferior, todo lo contrario.

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The Robert Cray Band 2014

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1.- You move me. Si bien el disco puede ser excesivamente tranquilo para los fans habituales del guitarrista, tenemos aquí un blues dinámico 100 % Robert Cray. Todos los elementos que le han hecho famoso se encuentran en este tema, que sirve de single y como excelente carta de presentación.

2.- Nobody’s fault but mine. Híbrido de soul y rock and roll que parece haber sido parido por la Motown en plena década de los 60, lo cual no es de extrañar, al tratarse de una composición original del gran Otis Redding. Nos transporta  a esa década de la mano de un sonido retro y una composición que parece más apropiada para un crooner estilo Tom Jones. No obstante, es una canción de lo más sorprendente.

3.- Fine yesterday. Primera de las baladas y medios tempos con que cuenta el disco. Soul relajante combinado con un fluido cambio hacia el blues en los estribillos. A destacar la excelente labor rítmica del propio Cray (que también aporta un buen solo marca de la casa).

4.- Your good thing is about to end. Primer blues puro y duro del disco. Sin concesiones a otros estilos, la cadencia lenta y tranquila se ve complementada con una gran voz, un estribillo vacilón y la sección de viento, lo cual logra un blues sofisticado y de calidad. Hace honor a sus compositores: Isaac HayesDavid Porter.

5.- I guess I’ll never know. Las revoluciones se aceleran con este rhythm and blues vibrante, en el cual los técnicos experimentan con el sonido de la voz, haciéndola en esta ocasión que tenga mucha presencia y suene más seca, sin reverb. Por su parte, el bajo dibuja una línea muy dinámica que hace que el tema camine con alegría.
Cray vuelve a deleitarnos con un solo de los habituales.

6.- Hold on. Y ahora llegamos al mejor corte del disco e indiscutiblemente, una de las mejores baladas de los últimos años. Más soul y jazz que blues, contiene un estribillo maravilloso en el que acompaña a la voz un juego entre unos delicados acordes de piano y unas octavas en guitarra. El bajo y la batería, de manera sutil, marcan una cadencia relajada aunque a la mitad aceleren un tanto el ritmo.
Sin palabras, poesía en estado puro.

7.- What would you say. Pasamos ahora a un elegante blues con ciertos elementos de country, en especial por la línea de guitarra con dobles notas que se repite desde el principio. Por toda su duración respira el espíritu de Eric Clapton, en una composición que parece calcada a su estilo. Pese a ello, la canción tiene un trabajo de composición más complejo de lo que parece a primera escucha.

8.– Hip tight onions. El grupo cambia radicalmente de estilo con esta canción, que al menos para mi gusto es la peor del disco. o cuanto menos, la más diferente y sobrante. Se trata de una especie de rock and roll de guateque sesentera, con una línea de teclado Hammond tan divertida como repelente, una guitarra rítmica que parece desafinada a propósito y un solo de guitarra tan intenso como breve.

9.- You’re everything. Otra balada más, muy cercana al blues pero con los toques de soul ya comentados. Cray canta de una manera sensible e intimista que casa a la perfección con la tónica de la canción. Al igual que pasaba con «What would you say», la composición está mucho más trabajada de lo que parece, destacando unas guitarras tanto solistas como rítmicas de alto nivel y aumentando su intensidad a medida que se acerca el final.

10.- Deep in my soul. Blues lento y dramático en esta ocasión, con un notable trabajo de la sección de viento, que destaca sobre el resto de instrumentación. La guitarra solista, con mucho eco, parece perderse a lo lejos, tras las notas de vientos y piano, pero el efecto es excelente.

11.- Pillow (Bonus Track). Y terminamos con este medio tempo romanticón que mezcla todas las influencias que han ido apareciendo en el disco, y que destaca por unas curiosas guitarras rítmicas con sonoridad oriental. Otra vez planea la sombra de Eric Clapton, en especial por el estribillo y el trabajo de las guitarras,  lo cual no quita que el tema sea de lo más disfrutable y una hermosa forma de finalizar este «In my soul».

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The Robert Cray Band 2014 02

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    Robert Cray siempre ha sido el bluesman más soulero de toda su generación, pero sin lugar a dudas este «In my soul» es la cumbre a toda su carrera en términos de música soul. Por tanto, los que busquen un trabajo de blues con garra, dramatismo e intensidad guitarrera no lo encontrarán. Lo que tenemos aquí es un despliegue de sensibilidad y poesía, baladas y medios tempos, muchísimo espacio para que los instrumentos respiren, y sí, algo de guitarra hay, aunque no demasiada y, de hecho, es más destacada la aportación de las seis cuerdas en terrenos rítmicos que no solistas. Pero y con todo eso, el trabajo del cinco veces ganador del Grammy ha sido notable. Sí, tal vez faltará algo de garra o de riesgo y el sonido es perfecto para llegar a una audiencia amplia (inclusive amantes de sonidos comerciales), pero todo y con ello, no dejamos de estar ante una maravilla que demuestra que el que tuvo retuvo, y que el amigo Cray sigue en plena forma.

 Robert Cray 02   Y si hablamos de maravillas, es obligatorio hacerlo sobre la mezcla y el sonido global del disco. Muchos técnicos de sonido y/o melómanos estamos hartos de sufrir la odiosa loudness war, las mezclas centradas y comprimidas y los sonidos sin matices. Y esto no sólo es aplicable en terrenos de metal o música electrónica, sino que pasa ya en cualquier estilo musical. Pues este disco nos devuelve la fe en que las cosas pueden hacerse con elegancia y calidad; que manda huevos que con la tecnología actual las grandes discográficas nos endiñen mierda tras mierda que no hacen sino empañar la calidad de las composiciones y atrofiar todavía más el oído del oyente medio.
Por fortuna, aquí no pasa eso. Es una gozada escuchar con auriculares el disco y gozar con el hecho de que los instrumentos se posicionan por todo el panorama stereo en vez de estar centrados como pasa tan habitualmente (las guitarras solistas a la derecha del todo en «You move me» o la batería tan abierta en «Your good thing is about to end»), o de cómo se juega con las intensidades y los volumenes (la trompeta y el saxo en «Your good thing is about to end» o la guitarra solista en «Deep in my soul»). Los instrumentos respiran, todo suena fluido, sin producir agotamiento acústico en el oyente y magnificando el contenido emocional de las composiciones. Vale, es cierto que la tónica relajada del disco se presta a ello, pero este tipo de mezcla puede aplicarse a casi cualquier estilo; lástima que haya hay mucho productor sin escrúpulos, técnicos de sonido sordos y público poco exigente.

    Amantes de la clase y el buen gusto, éste es vuestro disco.

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Robert Cray 03

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TEXTO: Albert Sanz

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