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Último concierto de la temporada de Guitar Xperience y una nueva cita en Barcelona con el mejor rock´n´roll facturado desde Suecia por una grandísima formación como son Imperial State Electric, liderada por un incansable músico, Nicke Andersson a.k.a. Nick Royale, en este nuevo proyecto formado tras la disolución de su anterior y añorada banda por muchos, The Hellacopters.
Aún con el más que grato recuerdo de su anterior visita el año pasado (probablemente el mejor concierto de 2.013) para presentar “Pop war”, su segundo larga duración, nos dispusimos sin pensarlo a acudir a la sala Bóveda —ex Mephisto— a disfrutar, cortesía de la promotora Holy Cuervo, de otra gran velada donde el rock & roll sería el absoluto protagonista de la noche, aderezado con sleazy rock, glam rock y un sonido netamente fiestero.
Los suecos esta vez fueron acompañados por una banda local más que interesante como son Dos Piedras.
A nuestra llegada a la sala Bóveda hacían acto de presencia sobre su escenario esta buena formación barcelonesa llamada Dos Piedras, aunque al inicio de su concierto apenas había medio centenar de personas para presenciar su actuación, algo que no pareció mermar la energía sobre las tablas que desprendía este power trio. Su propuesta sonora podríamos decir que se mueve entre el más sólido stone rock salpicado de ciertas notas psicodélicas, dándole una gran prioridad a extensos pasajes instrumentales realmente contundentes con esos crescendos tan caracterísiticos del genero. Pudimos comprobar cómo, a medida que transcurría su actuación y comenzaba a verse un público más numeroso, la banda comenzó a recibir más que evidentes muestras de apoyo arrancando una gran ovación al final de su concierto.
Tras aproximadamente cuarenta y cinco minutos de actuación abandonaron el escenario dejando una muy buena sensación; una joven banda, Dos Piedras, que creo que en un futuro próximo pueden dar que hablar.
Y tras la espera de rigor y una rápida visita al stand de merchandising, apareció la banda más esperada de la noche por el ya numeroso público que llenaba el local: Imperial State Electric hacían de nuevo una parada en nuestra ciudad para presentarnos su última obra de estudio, ”Reptile brain music”, una nueva muestra de cómo facturar rock en su forma más directa, cruda y concisa, y porque no decirlo, más efectiva. Tras el saludo de cada uno de los componentes del cuarteto sueco a su fiel público, aparecía sobre el escenario Nicke Andersson con su inseparable gorra, un músico incansable y trabajador como pocos. “Emptiness into the void” de su última obra y la festiva ”Uh huh” de su anterior “Pop war” abren su descarga eléctrica y en poco más de cinco minutos vemos la clara intención de la banda de hacernos vibrar con su música, tan efectiva como enérgica.
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Turno para “Deja vu”, uno de los mejores cortes de su primer trabajo homónimo y la fiesta continua con “Apologize” y “Deride and conquer” con esa melodia tan infalible. Y sin darnos un respiro, Nicke nos presenta el siguiente tema como uno de sus preferidos y su momento favorito del show, ni más ni menos que “Redemption´s gone”, un temazo que se encarga de cerrar su primer trabajo y una de las primeras sorpresas que nos tenían preparada la formación escandinava, al incluir a modo de homenaje una pequeña parte del solo del clasiquísimo “Free bird” en la parte central de la canción, recogiendo una sonora ovación por parte del público que vibrava al ritmo que marcaba el emperador eléctrico.
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“Down in the bunker” con ese aroma a los antiguos The Hellacopters y “Faustian bargains” no hacen más que añadir intensidad y buen rollo al show y podemos comprobar cómo la banda disfruta sobre el escenario sin parar de animar al público, con un Nicke Andersson y el guitarrista Tobias Egge pletóricos y mostrándonos un gran entusiasmo y conexión con sus fans. Otro recuerdo para su segunda obra con ”Can´t seem to shake it off my mind” y ese aire sixties y cercano al pop en su estribillo nos da un momento de tregua para seguir con un tema rápido y 100% rock & roll como es el clásico de Bo Bo Thomas “Why don´t you leave it alone”, interpretada de forma frenética por un grupo al cual le queda pequeño el escenario de esta sala. Gran versión con la tarea vocal repartida entre los cuatro componentes de la banda, interpretando cada músico una estrofa. “Stay the night” pone un poco de calma para mostrarnos la cara más setentera y clásica de la banda seguida por otro tema muy pegadizo llamado “A holiday from my vacation” de su primer trabajo; otra canción más que es recibida con auténtico entusiamo por sus fans.
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El concierto prosigue con “More than enough of your Love”, la cual mantiene el alto nivel del show con esas melodías que nos recuerdan a los irrepetibles Thin Lizzy y con coros cercanos al soul. Seguidamente, “Lord knows I know that it ain´t right” nos muestra como Nicke es un verdadero maestro a la hora de entonar y cantar sus canciones, dándoles un feeling y un buen rollo a su música como nadie sabría hacer. “I´ll let you down” nos trae de nuevo la cara más sixties con ese aire “beatleliano” y esa gran virtud que es hacer de algo simple una gran canción. Y para acabar la primera parte del show la banda vuelve a pisar el acelerador con “Reptile brain”, un tema que nos vuelve a traer el recuerdo y la energía de los mejores The Hellacopters con las fotogénicas poses de Nicke y esas guitarras al aire cediendo el micrófono para que el bajista Dolph de Borst sea el encargado de interpretarla vocalmente. De esta manera y con el público totalmente entregado la banda abandona por unos instantes el escenario tras una fortísima ovación mientras nos preparamos y cogemos aire para el final de un show que iba ganando en intensidad a cada momento.
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Aún quedaba alguna que otra sorpresa reservada para un bis realmente espectacular que no hizo más que subir el ritmo y acabar enloqueciéndonos a todos con cuatro magnificas versiones: un más que brillante final del show con el infalible “I stole your Love” de Kiss cantada por el guitarrista Tobias Egge, la infalible “Sonic reducer” de The Dead Boys y el homenaje a Chuck Berry, uno de los padres del rock & roll con “Sweet little sixteen” y “Johnny B. Goode”.
Unos noventa minutos de energía intensa y un inmejorable final de show a cargo de una formación que a base de entrega y actitud se muestra imbatible sobre cualquier escenario, habiendo alcanzado una merecida fama de tener directos incendiarios y que ya se encuentra integrada en la élite del rock más clásico.
Un concierto realmente memorable para finalizar esta temporada de Guitar Xperience y que mejora aún más si cabe el grato recuerdo de su anterior visita.
Nicke Andersson está de vuelta y dispuesto a reinar de nuevo. Larga vida a Imperial State Electric.
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TEXTO Y FOTOS: Mariano Rivera.
the Guitar Xperience radio show 
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