El legendario guitarrista impartió una masterclass ante un numeroso público, demostrando que el interés que despierta su figura no viene dado únicamente por su habilidad sobre el mástil.
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Tal y como se explicó en un comunicado reciente, esta nueva temporada de la web ha comenzado alternando artículos nuevos con otros que tenemos pendientes de publicar, debido a que tanto la web como el programa estuvo en pausa durante el año pasado. Sin embargo, en todo este tiempo no hemos dejado de asistir a diversos eventos interesantes, y no podíamos pasar por alto el que debíamos publicar estos trabajos aunque fuera con retraso.
Al igual que está haciendo en los últimos tiempos, Steve Vai no ha querido pasar por alto su visita anual a España. La diferencia estriba en que la visita de mayo no tenía motivo por la edición de un nuevo trabajo discográfico, sino por una gira de masterclasses que está realizando. Palma de Mallorca y Barcelona acogieron la gira denominada «Alien Guitar Secrets». La fecha de Barcelona —la que se analiza en este artículo— estuvo englobada dentro del Guitar BCN, el antiguamente conocido como Festival de Guitarra de Barcelona. Así pues, debemos agradecer a la gente de The Project que hayan incluido la masterclass dentro de la programación del festival; aunque teniendo en cuenta que de treinta y un conciertos programados, sólo dos estaban orientados al protagonismo de la guitarra, y encima uno de esos dos no era un concierto sino una masterclass, pues creo que no es para estar muy satisfechos… pero eso es otro tema.
La sala BARTS acogió el evento. Para la ocasión se habilitaron butacas en vez de tener al público en pie, algo lógico teniendo en cuenta que no se trataba de un concierto, y, además de que el interés por parte del público iba a ser menor, ya que no es lo mismo estar dos horas de pie viendo a un músico tocar que viéndole hablar. Y de todas formas, por poco se estuvo de pasar a una sala más grande, puesto que las aproximadamente 450 localidades se agotaron con muchos días de antelación.
No puedo afirmar que de haber quitado las butacas la sala se llenase —la capacidad de gente que puede entrar más o menos se duplica—, pero sí fue sorprendente la capacidad de atracción que este hombre tiene. De todas formas no puedo dejar de lado el precio, ya que hablamos de 50€ por dos horas de clase con un músico de este nivel. Y ya hace un par de años realizó unas masterclasses más de tipo privado en España, pero a un precio el triple de superior. Así que no es tan raro el éxito de esta propuesta.
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Con puntualidad salió el maestro con una escenografía totalmente sobria: una silla, un amplificador, una guitarra y un micro. Había dos posibilidades de temario en la masterclass. Lo más típico habría sido hablar de técnica, pero también habría sido lo más decepcionante, puesto que hay millones de tutoriales que desgranan todos sus recursos.
La segunda posibilidad y la más interesante habría sido hablar de composición y de cómo crea sus canciones. Y más teniendo en cuenta que en 2.014 publicó un misterioso vídeo en el que afirmaba llevar un año entero trabajando en una sola canción, y que estaba siendo su trabajo más complejo hasta la fecha, y de la cual apenas puso ejemplos en audio. Así que la parte de creación habría sido muy interesante.
Pero ni una ni otra. Las dos horas fueron una larga sesión de coaching (como dicen los modernos) y lavado de cerebro filosófico/new age con sentencias del tipo «encuentra tu voz interior»… «abraza los errores puesto que estos te ayudarán a evolucionar»… «sé abierto de mente e investiga todos los estilos, pero no dejes de lado lo que te haga sentir bien»… «no dejes que otros piensen por ti»… «si tocas de una manera forzada para ser aceptado en un determinado círculo, serás continuamente superado por gente que toca así de forma natural»
O sea, que aunque incluyera términos de teoría musical, no escuchamos nada que no estuviese en cualquier manual de autoayuda o superación personal… o en los memes (falsos o reales) de Paulo Coelho.
En la segunda hora contestó a varias preguntas de asistentes y lo hizo siempre en términos similares. Quizás el momento más interesante fue cuando un chico le explicó que se ve obligado a estudiar jazz porque no hay ninguna escuela cercana a su casa que imparta otros estilos, y que aunque le gusta no se siente realizado. El norteamericano afirmó amar el jazz pero criticó el aire de intelectualidad que tiene por parte de un sector… y por supuesto, su consejo al chaval fue: «encuentra tu propia voz».
No estoy en contra de este tipo de mensajes. No dudo de su validez e interés, y si vienen de un personaje como Steve Vai aún parecen más profundos. Pero nada de lo explicado era inédito o novedoso. Como dije más arriba, nada que uno no pueda encontrar en libros de autoayuda.
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Entre medio de la masterclass hubo tiempo para interpretar un tema sobre una base grabada, concretamente la balada «Tender surrender». También hubo un momento más técnico, cuando invitó a un asistente que le había hecho una pregunta. Le permitió tocar con su guitarra y pidió otra a alguien del público. Le dejaron una Gibson SG desafinadísima. Vai tardó en afinarla, momento que aprovechó el alucinado fan para solear con la Ibanez del maestro. Después el ejercicio consistió en que Vai tocara un solo acorde o una sola nota, y que el alumno improvisara sobre esa tonalidad pero intentando no pensar en nada.
Cabe decir que el chaval lo hizo bastante bien.
Y para finalizar jam session con una decena de asistentes. Entre ellos hubo un VIP, Mike Zágora, una de las mayores bestias que tenemos en España, que no dudó en sacar todo su arsenal, poniendo por momentos en apuros al mismo Vai.
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Y ahora vienen tres detalles muy negativos que es obligado mencionar.
El primero fue que la organización puso todo su empeño en evitar que se hicieran fotos o se grabase el acto. Y bueno, hasta ahí lo puedo entender. Espero que disculpéis la mala calidad de las fotos ya que no pude hacerlas con la cámara, sino con mi teléfono móvil.
El segundo detalle fue que TODA la masterclass se realizó en inglés SIN traductor. Si bien Vai tiene una dicción clara y una manera de hablar pausada, que no parece norteamericano, y sabiendo un poco de inglés podías llegar a entenderlo bien (a lo cual ayudaba que se repetía bastante en sus explicaciones), estamos en España, el país con menos nivel de inglés de Europa. Aquí la organización patinó al no tener esto en cuenta.
Y el tercero tiene que ver con uno de los alicientes del evento: el meet & greet con el artista; el momento de estar a su lado, hacerse una foto, tener un autógrado, y charlar un poco. Pues al final se redujo a hacerse una foto con él. Y por cierto, un miembro de la organización ya iba indicando cuando te acercabas que «nada de tocarlo». Menos mal que el mismo Vai era el primero en abrazar, dar la mano y sonreír a casi todos.
Soy consciente de que no puedes organizar un meet & greet con 450 personas, a no ser que quieras que dure tres días y posiblemente acabes matando al artista de agotamiento, pero entonces que no se hubiese anunciado como tal. Con decir «llévate una foto de regalo junto a Steve Vai» ya hubiese valido.
Y por cierto, de nada sirve que te hagan la foto con una Canon de gama alta si luego la foto se publica en el FaceBook de la promotora en una resolución baja que impida imprimirla en condiciones.
En fin, una tarde-noche interesante pero con detalles que aguaron un poco el acto, y que impiden que podamos decir que fue una velada inolvidable.
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TEXTO: Albert Sanz
FOTOS: Albert Sanz y The Project (la última)
the Guitar Xperience radio show 
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