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El pasado viernes publicamos la crítica de «Red» —enlace aquí—, tercer trabajo de la mejor banda de A.O.R. y hard rock de nuestro país, liderada por el prestigioso guitarrista y sesionero David Palau; y hoy hacemos lo propio con el concierto de presentación que hicieron en la sala Be Cool el pasado el 14 de mayo.
Pese a que la sala —una discoteca a la que le han añadido un escenario y se ha reconvertido en sala de conciertos ocasional— no debe de permitir una gran entrada de gente por su tamaño (tal vez unas 150 personas), el día elegido por Palau para presentar el álbum era el peor día del año, y quiero pensar que fue por cuestión de agenda. Sí, ese día en el que estás pensando. El mismo día en que Bruce Springsteen & The E Street Band traían a barcelona una gira de auto homenaje a su mítico álbum «The River», y cuyo resultado se saldó con un sold-out en el estadio del Camp Nou, sede del F.C. Barcelona, con un épico recital de casi cuatro horas de duración.
Y para redondear el asunto, los ávidos de sonidos rockeros más agresivos podían ir a ver a El Drogas que actuaba la misma noche.
Más conciertos en clave rockera en el mismo día, uno de ellos de una de las máximas leyendas de todos los tiempos, y el señor Palau presentando en sociedad un álbum de A.O.R. y hard rock en un país que nunca ha apostado demasiado por estos géneros.
Sin embargo, Barcelona volvió a demostrar su puñetera poca fiabilidad en materia de asistencia a conciertos, porque al final la sala Be Cool estuvo —dentro de sus limitadas capacidades— llena hasta la bandera, en la que es, tal vez, el concierto de más éxito en Barcelona de los Güru. Cosa de la que me alegro, por supuesto.
Así que para allá que fuimos servidor e Iván Macías, compañero del programa, con el maldito estribillo de «Rockstar» sin podérnoslo sacar de la cabeza.
La velada comenzó con el telonero Juan del Villar, cuyo primer CD, «Motivos personales», ha sido producido por David Palau, quien también ha grabado algunas de las guitarras del álbum.
Debo admitir que lo escuchado con anterioridad no fue muy de mi agrado. Una música en la línea de lo que escucharíamos con Güru, pero más comercial, más westcoast, con un vocalista influenciado por clásicos del A.O.R. más «blandito» como Rick Springfield. Sin embargo, su estilo en el concierto fue muy diferente, más intenso, con una garra que no le había escuchado en los dos vídeoclips que había visto, y además, potenciado por un sonido perfecto y de lo más sorprendente para una sala de estas características.
Pese a disponer de la escasa media hora de rigor, del Villar y su banda supieron defender con creces el repertorio propio con temas como «No hay hadas», «¿Qué quieres tu?», «Ángel sin alas», «Soldado» y «Mi lugar», pero además se atrevieron con dos versiones excelentes de dos no menos excelentes temas: «Generación límite» de Miguel Ríos y «Runaway» de Bon Jovi.
Muy buen concierto pese a su brevedad y un juego de luces casi inexistente, pero que me sorprendió por la calidad del audio y de las composiciones y de la potencia de esta banda en directo.
Habrá que seguirles la pista atentamente.
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Veinte minutos aproximadamente es lo que tardó en hacerse el cambio de backline entre grupo y grupo, aunque la espera fue llevadera puesto que en una pantalla situada delante del escenario se proyectó el vídeo de «Rockstar».
Para cuando salieron a escena David Palau y los suyos sobre las 21:30, la sala presentaba todo un llenazo, sorprendente teniendo en cuenta lo explicado al comienzo. Como era de esperar, comenzaron con dos temas de «Red» (lo contrario habría sido de lo más extraño), como son «Mientes» y «No puede ser», con lo que el hard rock, el A.O.R. y el funky y el espíritu de Toto, Whitesnake y Extreme se adueñaba de la sala.
Pese a que «Red» llevaba muy poco tiempo a la venta, mucha gente coreaba los estribillos y se sabía la letra a la perfección, con lo cual el riesgo de grabar un disco de este estilo en castellano había sido un acierto, puesto que la interacción a lo largo de todo el concierto iba a ser bidireccional.
La banda hizo parón para que David Palau hablase un poco del álbum, agradeciera a los presentes la asistencia y presentara a sus compañeros.
A continuación el grupo se lanzó a por el segundo bloque, formado por la chulesca «Ella», con un Dagarod de lo más macarra, la magistral y muy «totera» «Addictive love» del primer álbum de la banda y vuelta a «Red» con el medio tempo «Solo tú».
Para ese momento ya estaba claro que íbamos a estar ante un concierto inolvidable. El grupo había salido con ganas y con una entrega del 300%. David Palau estaba inspiradísimo en todas y cada una de las notas que tocaba; Dagarod más comunicativo que otras veces, ejercía más que nunca como frontman del grupo; a Jordi Vericat ejecutando unas líneas de bajo que a oídos poco expertos podrían parecer simples, pero que de simples no tienen nada, se le veía también disfrutar de lo lindo; y Joan Barbé, aunque sea el «chico nuevo» del grupo, tocaba con mucha intensidad, demostrando que pese al gran trabajo realizado por los bateristas anteriores de Güru, él ha llegado para quedarse.
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Nuevo parón con Dagarod siendo quien hablara en ese momento y siguiente bloque de temas. Había llegado el momento de bajar las revoluciones y ponerse romántico. «Que me dejes hacerlo», segunda balada de «Red» y penúltimo tema, provocó un curioso cambio de protagonismo, puesto que Palau pasó a tocar los teclados y Barbé abandonó su puesto tras la batería para encargarse de la guitarra acústica —en la crítica del disco ya mencionamos que es multiinstrumentista—. Pero la atención la acaparó Vericat, ya que dejó su bajo para agarrar un contrabajo eléctrico. Esto no tendría nada raro, ni tampoco lo tendría el hecho de carecer de caja de resonancia, puesto que ya lo hemos visto muchas veces a gente como Tony Levin. Lo raro del caso es que él se lo colgó como si fuera una guitarra o un bajo, en vez de tocarlo en la clásica posición vertical.
Tras esta balada, volvería la furia con dos temazos de «White»: la metalera «White» y «Straight to your heart», que recuerda a los mejores Whitesnake y que es la definición perfecta del A.O.R.. Maravillosa.
Más comentarios ahora por parte de Palau, interacción con los presentes y al revés, y el guitarrista dedicando el concierto a su mujer y su bebé de apenas cuatro meses que estaba en la sala impregnándose de buen rock ya desde tan temprana edad.
Tras esas sentidas palabras, el siguiente bloque debía empezar por una balada, y así fue. «Quédate» de «Red» nos pondría el vello de punta con Dagarod haciendo una masterclass de técnica e interpretación vocal, a la altura de lo escuchado en el disco, demostración de que poco o nada de AutoTune habrá necesitado en la grabación.
Pero tras esa sensacional balada, se tenía que retomar la caña, por lo que «Despertar» e «Hipócrita» del nuevo disco (que contuvieron algunos de los mejores momentos guitarrísticos de la noche) y, en medio de ellas, la marchosa «It’s all differente now» de «White», volvieron a poner las pilas a todo el público.
Llegó entonces un momento emotivo, y fue cuando el guitarrista mencionó a los mitos que se nos están yendo como Lemmy Kilminster, David Bowie y Prince, y mencionó la preocupante falta de relevo generacional. Y tal y como le hemos visto los que seguimos su carrera desde hace años, no nos fue difícil adivinar el siguiente tema de la velada, que ya había interpretado años atrás en el proyecto «Guitarras Mestizas» o más recientemente junto al cantante y teclista Paul Kazan: «Purple rain» de Prince.
Aquí Palau sustituyó a las voces a Dagarod, cantando con notable sensibilidad, pero por supuesto, estábamos más pendiente de cuándo iba a llegar el solo de guitarra que no de su pericia vocal (que no es poca, por cierto). Y por supuesto, no defraudó y aunque de una buena duración, el original es tan bueno y Palau toca tan bien, que se habría agradecido que hubiese sido más largo.
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Y de nuevo, si tenemos una balada, a continuación la marcha tiene que hacerse presente, por lo que llegó «Red» con su partes progresivas y el que es el mejor solo de guitarra del álbum y el momento más esperado, «Rockstar», coreada por el público desde el primer al último segundo. Cabe decir que la versión fue algo más larga, puesto que Dagarod bajó del escenario y se puso a cantar con algunos asistentes (servidor incluido, en el que fue un momento «trágame tierra»).
Y ya para finalizar acabamos con el sofisticado A.O.R. «Sometimes» de «Güru», con el protagonismo vocal de David Palau.
Tras el concierto y como es habitual, el grupo se dio un baño de multitudes, firmando autógrafos y discos, hablando y haciéndose multitud de «putos selfies» con todo el mundo. De hecho, la post fiesta tuvo que continuar fuera de la sala, porque llegó un momento en el que el personal ya nos echaba debido a que la sala tenía que reconvertirse en discoteca nocturna.
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La formación había salido ganas de rockear y de divertirse y el tamaño de la sala permitió una cercanía y comunicación con el público constante, además de la ayuda de que confiere el que las letras del nuevo disco sean en castellano.
En cuando a asuntos técnicos, como mencionamos al principio, el concierto de Juan del Villar sonó impecable, pero no pasó lo mismo con los primeros temas del Güru. Además de ser una banda con un toque algo más heavy, el volumen era demasiado exagerado para una sala de este tamaño, provocando que sobretodo, la voz de Dagarod no estuviera muy presente. De algo de esto debió darse cuenta Palau, que en un momento dado pidió al técnico de la sala que bajara el volumen general, lo cual ya permitió escuchar a la perfección a todo el grupo.
En cuanto a iluminación, aquí hay que reconocer que el equipamiento del escenario es bastante limitado. Desconozco la iluminación de la sala cuando se convierte en discoteca, pero como concierto no da la talla. Aparte de que el escenario es muy estrecho, bajo y muy profundo, la iluminación es poco variada y poco potente, dejando al grupo en muchos momentos en penumbra.
Cabe decir, no obstante, que la iluminación en «Purple rain» fue perfecta, con la luz alternando entre violeta y blanco, iluminando sólo a Palau y creando un efecto íntimo que en este caso quedó muy bien.
En conclusión, espectacular concierto de una gran banda que sabe que para representar lo que hay en sus CD’s con dignidad hay que hacerlo con entrega y pasión, y de esto Güru andan sobrados. Si en CD son lo mejor que hay en el género en España, sus directos están a la altura y son de lo más intenso que podáis ver en la actualidad.
Para finalizar, no os olvidéis que en breve estarán en Madrid. La fecha y lugar:
- 19/06/16 – Caracol – Madrid
Set-list
- Mientes («Red»)
- No puede ser («Red»)
- Ella («Red»)
- Addictive love («Güru»)
- Solo tú («Red»)
- Que me dejes hacerlo («Red»)
- White («White»)
- Straight to your heart («White»)
- Quédate («Red»)
- Despertar («Red»)
- It’s all different now («White»)
- Hipócrita («Red»)
- Purple rain (versión de Prince)
- Red («Red»)
- Rockstar («Red»)
- Sometimes («Güru»)
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TEXTO Y FOTOS: Albert Sanz
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