
FICHA
- Artista: Joe Satriani
- Sello: Sony Music
- Año: 2.015
- Estilo: Shred melódico instrumental, hard rock, heavy metal
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CALIFICACIÓN
CALIFICACIÓN TÉCNICA
- Nivel de técnica: 8/10
- Velocidad: 7/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 7/10
- Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
- Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 8/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10
- PUNTUACIÓN: 7,8/10.
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 7/10
- Nivel de feeling: 7/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 7/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 7/10
- PUNTUACIÓN: 7/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,4/10
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INTRODUCCIÓN
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Tan sólo dos años después de editar su anterior trabajo y un año desde su última gira por España, Joe Satriani nos sorprendió en 2.015 a todos sus fans con este «Shockwave Supernova», un álbum conceptual que gira entorno a la idea de su «alter ego», un personaje inventado con el que Satriani se siente identificado y que se funde con él cada vez que toca la guitarra sobre un escenario: un personaje histriónico y eufórico que se aleja de esa visión de hombre humilde y algo tímido que suele dar a la prensa y a su público en general. Esta es la explicación que da el propio Satch pero que leyendo los títulos de los temas apenas podemos llegar a comprender, con la excepción quizás del tema «Crazy Joey», sino que una vez más los títulos suelen aludir a una temática astronómico-espacial debido a su afición por la ciencia-ficción y «Star Trek».
De entrada se puede decir que el disco tiene un sonido y un aire muy similar al disco anterior, a pesar de que los músicos que han participado en la mayor parte de la grabación esta vez han sido la sección rítmica del grupo The Aristocrats, o sea Marco Minnemann en la batería y Bryan Beller en el bajo, y con los que ya colaboró como músicos de directo en la gira anterior. Después mantiene a Mike Keneally en los teclados y a Vinnie Colaiuta y Chris Chaney como batería y bajista respectivamente en cuatro temas. Quizás esta similitud se deba a la cercanía en el tiempo con su anterior trabajo y el aprovechamiento del mismo pulso creativo e inspiración.
Los temas vuelven a ser abstractos y ambientales, casi como si de un chill-out rockero se tratase, alejados de los esquemas pentatónicos típicos del rock y el blues, y aunque suenan a rock siempre se puede apreciar algo más detrás, y es que Satriani es un maestro en el uso de escalas exóticas y modos griegos, y esa es una de sus virtudes o defectos, según se mire, porque siempre habrá quien prefiera los primeros discos por ser más directos con raíces del blues-rock más ortodoxo o quien se quede con la experimentación y la excentricidad de su última época.
Nos encontramos con un álbum ciertamente extenso en cuanto a número de temas, pero con una duración justa y una inspiración algo intermitente, con momentos realmente buenos y otros prescindibles.
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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
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1.- Shockwave supernova. El disco empieza con este tema muy en la línea de su mítico «Crystal planet», con ese riff con nota pedal y cuerdas al aire seguido por un estribillo basado en alguna escala oriental o de la Europa del este muy típico de él y ya escuchado en temas como «Musterion». La idea es buena, pero demasiado bizarro para oídos demasiado acostumbrados a escalas de blues o pentatónicas. El solo está muy bien elaborado y es más convencional que el resto del tema, con algún pequeño ramalazo oriental.
2.- Lost in a memory. Empieza con un ritmo suave y relajado y muy ambiental, y una melodía que va cabalgando encima con soltura hasta que se vuelve enigmática al estilo de «Echo». Incluso el solo recuerda a este tema con esas cascadas de ligados marca de la casa.
3.- Crazy Joey. Esta tema se puede dividir en tres partes: una primera con unos semiacordes rockeros muy hendrixianos, una segunda con ligados y una tercera más melódica haciendo de estribillo con un extraño solo después que corta el ritmo ascendente del estribillo y que desconcierta un poco. Una extraña estructura pero el tema acaba siendo resultón.
4.- In my pocket. El tema más clásico del disco. Su ritmo bluesero y la armónica le dan un toque «vintage» que suele usar en muchos de sus temas: ese medio tiempo alegre que se disfruta pero que no aporta nada nuevo. Muy en la línea de su disco homónimo.
5.- On peregrine wings. Uno de los mejores temas del disco y claro, el primer single. Unos acordes poderosos dan inicio a este tema y cuando parece que va a arrancar a tope suena un ritmo reggaeton muy sorprendente seguido por un riff que baja la intensidad hasta que llega la melodía principal, muy lograda por cierto, que eleva de nuevo el tema hasta el clímax. El solo vuelve a bajar los pistones, pero no desentona para nada.
6.- Cataclysmic. Otro muy buen tema que recuerda a aquel «War», con reminiscencias orientales y cierto espíritu guerrero. Ritmos repetitivos y enérgicos con solo salvaje de tapping de púa, así podría definirse el tema.
7.- San Francisco blue. Este fue el segundo tema que salió a la luz y la verdad que es de los que menos me convencen del disco, muy en la línea de los temas «flower power» del disco anterior: una melodía muy sencilla que se repite y un buen solo eso sí, estilo clásico.
8.- Keep on movin’. Con una introducción a cargo de teclado, este es otro tema perfectamente prescindible, con un buen groove pero demasiado anárquico quizás. Solos bien ejecutados pero sin un sentido definido que los una.
9.- All of my life. Otro de los mejores temas del disco. La melodía es deliciosa, aquí sí que Joe encuentra la inspiración que le falta en otros temas. Feeling, sentido del ritmo, notas justas y además perfectamente escogidas para facturar una melancólica balada digna de sus mejores discos.
10.- A phase I’m going through. Tema algo disperso y repetitivo, no está mal pero de relleno. A destacar el solo, otra vez ese tapping de púa que le caracteriza muy al estilo de su primer disco.
11.- Scarborough stomp. Un poco como el anterior: buena melodía pero disperso.
12.- Butterfly and zebra. Hermosa pieza instrumental en tonalidad mayor sin batería ni bajo, únicamente la guitarra y un ritmo de teclado que le va acompañando. Una pena que dure tan poco y Satriani no profundice más en este tipo de temas tan melódicos y que tan buen resultado le han dado en el pasado. Musicalmente no tiene nada que ver con «Little Wing» de Hendrix, pero el título seguro que está sacado de la letra de este tema.
13.- If there is no Heaven. Otro de los temas que pudimos escuchar antes de que saliera el disco. Con una parte más oscura y misteriosa que pega con el título del tema y otra más «flower power» que me convence menos, otra vez Satriani aparece con dificultades para conseguir una coherencia en el desarrollo de algunos temas.
14.- Stars race across the sky. Parece la segunda parte de aquel magnífico «Clouds race across the sky» del disco «Engines of Creation» pero sin ser tan bueno, con ese mismo ambiente enigmático de improvisación y con la fantástica aparición de Keneally en los teclados.
15.- Goodbye supernova. El disco termina con otra pequeña joya. Vuelven los sonidos atmosféricos y una melodía bien trabajada, con feeling, con clase, con su inconfundible sello, y esta vez sí, conservando la coherencia a lo largo del tema. Sonidos imposibles y esa tendencia a la ensoñación que produce en el oyente y que consigue con cada tema redondo que compone.
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CONCLUSIÓN
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En resumen, sin ser uno de sus mejores álbumes, Satriani firma un buen disco que sigue la línea de su antecesor, pero que no recupera el nivel alcanzado con su mejor disco reciente, el «Black swans and wormhole wizards».
Lo mejor: El aporte de algún magnífico tema y la aparición de la tan huidiza inspiración, a ráfagas.
Lo peor: La falta de melodías redondas y un exceso de experimentación en algunos momentos.
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TEXTO: Iván Macías
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