El noruego Jorn Lande revalidó su prestigio como uno de los mejores cantantes de hard rock y heavy metal de la actualidad.
El concierto contó con la presencia de última hora del habilidoso guitarrista de Pagan’s Mind y Northward, Jørn Viggo Lofstad.
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Muchas ganas tenía ya de ver a este gran artista. Y es que alguien que lleva grabados más de cincuenta álbumes tanto propios como para bandas del calibre de The Snakes, ARK, Brazen Abbot, Masterplan, Allen/Lande, Avantasia o Ayreon, está claro que es de otro mundo, por lo que es normal que la crítica y los aficionados coincidan en nombrarlo como uno de los mejores cantantes de heavy metal de este siglo y alguien de quien, en un futuro, será un nombre tan clásico como el de Dio o Bruce Dickinson.
Por otra parte, en el último momento el guitarrista que le acompañaba en esta gira sufrió un accidente en una mano, por lo que se incorporó alguien a quien admiramos mucho en este medio, como es Jørn Viggo Lofstad, guitarrista de Pagan’s Mind y cuyo proyecto junto a Floor Jensen de nombre Northward fue muy bien recibido en nuestra redacción —puedes leer su crítica aquí—.
Así que entre eso y que las dos veces en que nos ha visitado Lande con anterioridad me fue posible asistir, no me lo pensé ni una vez cuando se dio a conocer las fechas de la gira española.
La velada comenzó con el concierto de los catalanes Kilmara, formación que sólo conocía de nombre de la cual me habían hablado muy bien. El caso es que debido a la larga cola, entré sobre las 20:15, un cuarto de hora después de que se hubiesen abierto las puertas. Y contra todo pronóstico, me encontré que el grupo ya estaba tocando y que apenas pude ver dos canciones, señal de que debieron comenzar su concierto justo en el momento en que se abrieron las puertas.
No puedo hablar mucho de su actuación ya que los vi menos de diez minutos. Buen sonido, buena actitud, público no muy numeroso pero entregado y un par de canciones que me parecieron más de lo mismo, bien ejecutadas pero que no me dijeron nada.
No obstante, no puedo decir que sea un mal grupo ya que no me dio tiempo a formarme una idea de la calidad de la banda, así que en cuanto tenga ocasión iré a verles tocar su set al completo.
Tras el consabido cambio de backline, la sala Apolo 2 presentaba una buena entrada de gente. No llegaría a llenarse en ningún momento, pero el ambiente era agradable y se agradecía el no estar apretujados.
La banda apareció sobre el escenario y Jorn se dedicó antes de que sonara la música a dar la mano a todos los que estaban en primera fila. Y es que algo que me dio buen rollo fue ver la simpatía y continua comunicación del vocalista con el público, muy alejado de la imagen de diva rockstar que a veces ponemos a músicos que están en la élite.
«Life on death road» fue el primer corte de la noche, y la verdad, pese al «hype» con el que yo estaba, o tal vez debido a ello, me supo a poco. Bien por la banda pero no vi a Lande al 100%. Con «Traveller» y «Sunset Station» parece que consiguió calentar y a partir de ahí, mantendría su nivel de excelencia hasta el final del concierto.
El caso es que esta sensación de que no estaba en la mejor de las condiciones se vio confirmada al comprobar cómo, hablando entre canción y canción al público, hacía ruidos con su nariz —el clásico «sorber los mocos»— y a veces se la tocaba. ¿Resfriado tal vez? Si ya un simple costipado puede dejar KO a un «civil», imaginad a alguien que vive de su voz y que además interpreta un repertorio tan exigente noche tras noche.
De cualquier forma, es cierto que necesitó tres temas para ponerse tope, pero cuando lo hizo fue un gustazo, sobretodo si lo consiguió al llegar a una magistral cover de «Ride like the wind» de Christopher Cross, que rivaliza en calidad a la que Saxon realizó hace años.
Quien sí que no necesitó nada para conquistarme fue Lofstad, el cual desde el primer momento realizó solos de alta factura técnica y creativa.
Tocaba entonces recordar lo buena banda que es Masterplan, con «Time to be king», «Rock and roll angel», «World gone mad» y «Stormcrow». Cuatro cortes que fueron muy coreados. Y es que pudieron verse bastantes camisetas de esta banda, señal de lo mucho que gustan a la parroquia metalera barcelonesa.
Igual de coreada y aplaudida fue la magistral «Blacksong», a la que siguieron «Are you ready» de Thin Lizzy y otro tema propio como era «Out to every nation».
Tras esta tanda, tocaba volver a las versiones. En este caso fue la marchosa «Lonely nights» de Bryan Adams, la canción más A.O.R. de la noche y que hizo las delicias de los amantes de la melodía.
Y después de esta descarga de buen rollo, llegó un pequeño parón del concierto. «The inner road» comenzó bien, con la banda manteniendo el mismo nivel del principio, pero al poco de comenzar, el bajista se acercó al centro del escenario y empezó a dirigirse a Lofstad con cara de preocupación. Éste se acercó también y empezaron a hablar y por los gestos, el bajista parecía estar diciéndole cómo se tocaba esa canción al guitarrista.
Si bien nadie ni yo mismo nos dimos cuenta de si sonaba mal la canción hasta el momento, Lande ordenó detenerla para que solventaran el problema.
Así pues, mientras el cantante hablaba con el público y bromeaba con que la culpa de todo la tenía el baterista, el resto del grupo comenzaba un pequeño ensayo hasta que Lofstad tuvo claro lo que tenía que hacer.
Resulta curiosa esa situación, teniendo en cuenta la de años que ha girado junto a Lande y tocado esta canción, pero todo apunta a no haber podido ensayar en condiciones debido a lo apresurado de su incorporación a la gira y que simplemente, se equivocó de tonalidad.
Por fin, tras unos minutos, comenzó «The inner road» y ojo al dato, porque lo de Lofstad es alucinante. En varios momentos durante el concierto y entre canción y canción, él y el teclista habían jugado tocando los acordes de «Smoke on the water». Pues tiene narices que acaban de hacer un parón en el concierto y realizado un breve ensayo, ¡¡y va el tío y se pone en tiempo real a modificar el riff de inicio para incorporar los acordes del himno de Deep Purple!! ¡¡Con dos cojones!!
En fin, que aun de forma accidentada, la canción acabó sonando bien y dio paso a «Walking on water», del proyecto de ópera rock de Jorn Lande junto a Trond Holter . Tremendo. Como tremendas fueron las siguientes dos versiones, dos de las mejores canciones de la historia del heavy metal: «Stormbringer» de Deep Purple y «Mob rules» de Black Sabbath, con las que los asistentes no dejaron de gritar.
Y llegamos al inevitable final, por desgracia, tras cerca de dos horas, con sendas canciones propias: «Lonely are the brave» y «Ride to the guns», que para variar, sonaron de lo más potentes.
Imagino que cada uno tendrá un set-list favorito y no todo el mundo saldría muy contento —escuché algunos comentarios a la salida lamentando no haber escuchado nada de Avantasia, por ejemplo—, pero teniendo en cuenta la casi inabarcable discografía de Jorn Lande, opino que hubo un muy buen equilibrio entre temas propios y versiones. A mi al menos sí que me convenció este set.
Como también me convenció la ejecución de todo el grupo, incluido ese maravilloso y creativo virtuoso que es Jørn Viggo Lofstad, a pesar de la equivocación mencionada.
En cuanto a asuntos técnicos, el sonido fue muy bueno aunque la voz podría haber estado un poquito más presente, y el juego de luces correcto y evitando la tendencia moderna de iluminar sólo de rojo o azul.
Una gran oportunidad de encontrarnos con uno de los más grandes talentos del hard rock y el heavy metal que hay en la actualidad. Un cantante que convierte en obra de arte cualquier canción en la que canta, sea suya o una versión. Sin duda, estaremos durante mucho tiempo agradecidos a Etin Produccions por habernos hecho disfrutar de la compañía del maestro Jorn Lande.
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TEXTO Y FOTOS: Albert Sanz
the Guitar Xperience radio show 
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