BIOGRAFÍA
Os traemos hoy una nueva entrega de la sección Nuevos Valores y primera en esta temporada.
Roberto Rosillo-vich es el músico en cuestión, aunque como el CD que nos ha hecho llegar viene firmado a nombre de Blue Ray Bei, es así como lo nombraré a partir de ahora.
Blue Ray Bei no es un jovencito precisamente, al contrario que los músicos que suelen aparecer en esta sección, y tiene un bagaje musical que le ha dado una perspectiva clara de lo que busca y de cómo conseguirlo a nivel guitarrístico.
Comenzando con influencias de los clásicos del rock como Led Zeppelin o Deep Purple, pasó a la fusión de Allan Holdsworth y a las corrientes más experimentales del jazz y el progresivo, como el R.I.O. y el zheul (¡¡¡en el nombre de Dio,es la primera vez que oigo a alguien que afirma tener esas influencias!!!).
Por supuesto, con esos gustos y tocando ese instrumento, tarde o temprano acabaría llegando a Frank Zappa y a su por entonces discípulo más aventajado y ahora legendario músico, Steve Vai, de quien confiesa que es su máxima influencia.
Hay que mencionar su faceta como alumno de grandes y muy conocidos hachas nacionales; gente de la talla de Salvador Domínguez —Banzai—, Luís Cruz —Topo—, Tony Martinez y Raúl Huelves, y que en estos momentos forma parte también de banda de j-rock y j-metal, Lamou.
Por último, puedes contactar con este artista en los siguientes enlaces:
- Web: blueraybei.com
- Perfil en FaceBook: facebook.com/Robert.Rosillovich
- Perfil en Instagram: instagram.com/rosillovich/ si accedes vía web o @rosillovich si lo haces vía app.
- YouTube: youtube.com/channel/UCGZn2ifKFT1I3PYA85yjDMQ
- Perfil en FaceBook de Laomu: facebook.com/laomubanda/
FICHA
- Artista: Blue Ray Bei
- Sello: Autoproducción
- Año: 2.018
- Estilo: Hard rock, rock progresivo, heavy metal, shred instrumental
CALIFICACIÓN
CALIFICACIÓN TÉCNICA
-
Nivel de técnica: 7,5/10
-
Velocidad: 7,5/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 8,5/10
- Nivel resto de músicos: 8/10
- Nivel de coñazo virtuosístico: -4/-10
- Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 7/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10
- PUNTUACIÓN: 7,3/10
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 7/10
- Nivel de feeling: 8/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 7/10
- PUNTUACIÓN: 8/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,6/10
.
INTRODUCCIÓN
El madrileño Blue Ray Bei nos presenta su primer larga duración, de nombre «I will go where the wind takes me». Presentado en formato digipack, de entrada llama la atención todo el artwork, dibujado por Jorge Clavel en un estilo de cómic bastante personal y divertido.
Según su autor, tardó dos años de esfuerzo y dedicación en crear toda la música en la que plasmó sus influencias de Steve Vai y Frank Zappa. Le acompañaron en esta aventura el bajista madrileño Christophe Alcalá y el baterista vasco Alex Zulaika Ijurko, pero además, encontramos colaboraciones puntuales de Anton Wannermakers, Eduardo Pinel y Rob Glass al bajo, de Mark Miller a la batería, y de los guitarristas Conan Carmona y R A Z L.
Once canciones forman esta aventura musical y todas ellas han sido mezcladas y masterizadas en los estudios Headroom de Madrid.
¿Vamos a ver qué tal suena?
.
ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
.
A diferencia de otras críticas, en esta ocasión no voy a dar mi opinión canción por canción, ya que en esta ocasión nos encontramos con algo que puede ser tanto positivo como negativo: el álbum posee una coherencia y cohesión estilística total. Su autor tiene claro lo que quiere y cómo debe sonar (en este caso, busca la fusión perfecta de Satch y Vai), por lo que nos entrega un trabajo sólido como una roca.
La parte negativa está en el parecido de las canciones entre sí, una cierta sensación de que «esto ya lo he oído» mientras escuchas el CD, pero no algo oído fuera de él, sino dentro del mismo, y que una vez lo has terminado, no se puede decir que haya habido algún corte diferente y arriesgado, de esos que sorprenden y descolocan.
O sea, no es un disco variado pero es coherente con los gustos e intención de su autor, de modo que por eso digo que es algo que puede ser tomado como positivo o negativo según el tipo de oyente que seas y lo que busques al acercarte a un trabajo de estas características. Vamos, como eso del vaso de agua medio lleno o medio vacío.
Es por ello, que en vez del análisis de todos los temas, os presento ahora un listado de los mejores momentos del álbum.
- Hirochimichi: ¿Echas de menos al Satriani de sus inicios? Pues aquí tienes una mezcla de «Ice 9», «Flying in a blue dream» y «Not of this Earth». Por supuesto, a la hora de los solos, también tenemos al Satch solista más inspirado de aquella primera época, pero también aparece un Blue Ray Bei más personal y menos influenciado por el astro californiano.
- No dogs body: Si el corte anterior nos llevaba al impactante y añorado pasado de Satriani, este lo hace con Steve Vai, con ecos de temas como «Here & now» o «I would love to».
- A blues for Jhony de Fox: Pese a la notable influencia de Led Zeppelin y Joe Satriani, encontramos aquí a un Blue Rey Bei inspirado y con un lenguaje más propio y personal. ¡Y mola!
- Around the cicles: ¿Quieres shred desmelenado? Pues aquí lo tienes. Intro de tapping de bajo eléctrico, melodía sencillita y resultona para que no todo sean solos, base satrianesca y solos desbocados con toneladas de tapping y palanca de vibrato.
- Atarchamanan: Curiosa mezcla entre balada de indie pop instrumental acelerándose en su mitad e incluyendo buenos solos «vaisatcheros».
..
CONCLUSIÓN
.
Normalmente, a cualquier artista le exigimos que tenga un estilo propio, y si bien se admiten influencias y guiños a otros, preferimos que se queden en un «pues mira, aquí me ha recordado a tal» de vez en cuando. Sin embargo, aquí nos encontramos a un Blue Ray Bei que no sólo no reniega de sus influencias de Satriani, Vai y otros pioneros del hard rock y el metal instrumental, sino que ha disfrutado de ello plagando el disco entero de esas influencias.
Podemos decir que este «I will go where the wind takes me» es un álbum tributo pero con temas propios, o más bien, un álbum tributo a sus influencias.
Por tanto, siendo esa la idea del autor, objetivo conseguido. Y de ese modo es cómo deberás acercarte a este trabajo. Mente abierta, ya se sabe.
Once composiciones en la onda mencionada, bien compuestas, plagadas de influencias y clichés (buscados), mejor interpretadas y bien grabadas. Sin duda, hay horas de trabajo en este disco y Blue Ray Bei demuestra tener grandes aptitudes técnicas, aunque también me quedo con la sensación de que no ha dado el 100% y que aún había más shred en sus manos.
En cuanto a la mezcla y mastering, si bien se escucha mucho mejor que muchas autoproducciones que he podido escuchar, y por supuesto, está a años luz de los tres últimos trabajos de Yngwie Malmsteen (lo siento, es que no puedo evitar mencionarlo cada vez que hablo de mezcla), acaba de faltar un cierto pulido, un poco más de brillo y pegada. No se oye mal ni mucho menos, pero quizás una masterización algo más agresiva y arriesgada le habría venido bien. Tal como está se oye bien pero te deja con esa sensación de que a este tipo de canciones le faltaba ese puntito de empuje.
Aunque sea un trabajo con luces y sombras y estar orientado a un micronicho muy específico, me deja con ganas de escuchar mucho más de este guitarrista.
¿Para cuando el próximo, Blue Ray Bei?
.
.
TEXTO: Albert Sanz
Deja una respuesta