Crítica: Santana «Guitar Heaven: The greatest guitar classics of all time»

• Artista: Santana
• Sello:    Arista
• Año:      2.010
• Estilo:   Hard Rock, Heavy Metal & Rock Latino

CALIFICACIÓN TÉCNICA               

• Nivel de técnica: 4/10 
• Velocidad: 6/10
• Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 3/10 
• Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10 
• Nivel general resto de músicos: 9/10 
• Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 10/10
• Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 9/10
• PUNTUACIÓN: 7,1/10

CALIFICACIÓN MUSICAL          

• Calidad musical: 7/10
• Nivel de feeling: 8/10
• Posibilidad de escucharlo de un tirón: 7/10
• Ganas de hacer “headbanging”: 7/10
• PUNTUACION: 7,25/10

     PUNTUACIÓN TOTAL: 7,4/10    

    Por costumbre (y lo que deberia hacer cualquier periodista serio), si voy a realizar una crítica de un disco o una crónica de un concierto, no suelo leer las que otros hayan hecho antes. Así evito que mi criterio pueda verse influenciado, que oye, uno es humano y a veces débil. Pero en este caso, buscando información sobre los colaboradores del disco me ha sido inevitable leer ciertas críticas. Al pobre Santana le están lloviendo hostias como panes por la publicación de este álbum. Y esto no hace más que reafirmarme en la disparidad de criterios que diferencia a los humanos, porque pese a que estoy de acuerdo que en este disco subyace una idea muy negativa, algunas de las versiones son ESPECTACULARES y nos muestran a un Santana INÉDITO. 

    «Guitar Heaven: The greatest guitar classics of all time» es la continuación de la exitosa trilogia comenzada en el 99 con «Supernatural». Por aquel entonces, Carlos Santana era un mito, un superviviente del Woodstock original, la crítica lo adoraba, vendia mucho, era un músico de prestigio, pero no salia del circuito del rock latino progresivo (misteriosa etiqueta que acabo de sacarme de la manga pero que define bien a su época más psicodélica) o de los aficionados a la guitarra. Hasta que llegó «Supernatural» y Santana encontró el Santo Grial del éxito: complementar su estilo con el pop más comercial e invitar en todos los temas a gente de moda. El resultado satisfizo a la discográfica ya que veia que con la trilogia «Supernatural» / «Shaman» / «All that I am» vendia más que tras treinta años de carrera y que de repente a todo el mundo -incluidas quinceañeras de hormonas alteradas- le gustaba. Para el gran público, Santana pasó de ser el viejo pesado ese de la guitarra salsera a un tio «cool», fresco y molón, y su arrugada faz junto a los guapitos Maná aparecia en las carpetas de miles de niñatas. 

    Proyecto tras proyecto, a su discográfica no le temblaba el pulso a la hora de firmar cheques para contratar a los artistas que pedia Santana (como Steven Tyler, Maná o Eric Clapton); al fin y al cabo la rentabilidad estaba asegurada. Pero la larga relación amorosa entre el artista y la prensa acababa en divorcio. «Supernatural» fue un disco maravilloso y creativo. «Shaman» empezaba a bajar el listón y aunque aún contenia algún buen toque de psicodelia, rebosaba del pop más comercial. Y «All that I am» directamente fue una basura de la cual solo podria salvarse dos duetos (los de Steven Tyler y Kirk Hammet). El peor disco de su carrera y además con diferencia. Una mierda, vaya.

    Por eso, cuando me enteré de la edición de un cuarto álbum de duetos y encima de versiones me temí lo peor. Pero él es Santana, y nosotros Guitar Xperience, así que mal que nos pesara, teniamos que hacer este análisis.

   La primera impresión al ver la lista de canciones fue terrorífica:

1. Led Zeppelin «Whole lotta love» (Chris Cornell ex Soundgarden & Audioslave )
2. The Rolling Stones «Can’t you hear me knocking» (Scott Weiland ex Stone Temple Pilots & Velvet Revolver)
3. Cream «Sunshine of your love» (Rob Thomas de Matchbox Twenty)
4. The Beatles «While my guitar gently weeps» (India.Arie & Yo-Yo Ma)
5. Def Leppard «Photograph» (Chris Daughtry, exitoso concursante del American Idol)
6. AC/DC «Back in black» (Nas & Robyn Troup)
7. The Doors «Riders on the storm» (Chester Bennington (Linkin Park) & Ray Manzarek (The Doors))
8. Deep Purple «Smoke on the water» (Jacoby Shaddix de Papa Roach)
9. Van Halen «Dance the night away» (Pat Monahan de Train)
10. T-Rex «Bang a gong» (Gavin Rossdale de Bush)
11. Jimi Hendrix «Little wing» (Joe Cocker)
12. Willie Dixon & Howlin’ Wolf «I ain’t superstitious» (Jonny Lang) 
13. Credence Clearwater Revival «Fortunate son» (Scott Stapp de Creed)
14. Red Hot Chili Peppers «Under the bridge» (Andy Vargas de Santana Band)

    Terrorífica, sí. ¿Duetos con el cantante de los nu metaleros Papa Roach y con un «triunfito» yanqui? ¿Santana haciendo blues, glam rock, hard rock y A.O.R. o meneando las greñas al son del heavy metal? ¿Nos estamos volviendo locos o qué?

    Aunque no sea la tónica habitual, tal y como hicimos en la crítica del nuevo disco de los Maiden, haremos un análisis tema a tema, dada la importancia del artista y la curiosidad de algunas de las versiones.

    Led Zeppelin «Whole lotta love»: La mano me temblaba al introducir el CD en la bandeja del equipo, pero para que engañarnos. Un comienzo espectacular, unas de hacer «headbanging» que te cagas. Cornell como siempre inmenso. Algún elemento de psicodelia y Santana especialmente cañero. Admito que antes de proseguir con la escucha decidí volver a escuchar el tema.

    The Rolling Stones «Can’t you hear me knocking»: Otra gran versión que mantiene el tono alegre de la original. Scott Weiland está especialmente bien y la producción de las voces y los coros es espectacular. Nuestro mejicano favorito se atreve a «contaminar» la canción con percusiones y bajo latinos y sorprendentemente funciona. Además, con la guitarra lo tenemos más bluesero que de costumbre.

    Cream «Sunshine of your love»: Los modernetes gafapastoides también tienen su representación en este disco con la colaboración de Rob Thomas de la lamentable banda Matchbox Twenty. Thomas ya grabó el megahit «Smooth» del «Supernatural» y como aquella vez, canta mucho mejor aquí que en su propia banda. Santana también arriesga en esta versión e incluye durante todo el tema percusiones latinas, que aunque le dan un rollo y un groove diferente no encajan bien con este clásico del rock, aparte de que guitarristicamente no aporta nada nuevo (y eso que sus lineas finales son excelentes).

    The Beatles «While my guitar gently weeps»: La hermosa voz de la cantante de jazz/soul India.Arie junto al melancólico contrabajo de Yo-Yo Ma en una versión condenada al éxito. Una de las mejores baladas de los Beatles con una producción estudiada al milímetro para arrasar en los charts. Desgraciadamente, esta perfección, belleza y delicadeza la hacen en extremo previsible. Pero mucho.

    Def Leppard «Photograph»: Aunque el triunfito Chris Daughtry no tiene una voz particularmente potente, su técnica y recursos le permiten afrontar este clásico del A.O.R. con notable alto (atención a los coros). La versión es tremenda, y perdonamos las congas de fondo. Santana se nos muestra alegre y con un cierto regusto «claptoniano» muy agradable. 

    Aquí tenéis un video de esta canción. Ya se que es lamentable verlos actuar en el «Mira quien baila» americano, pero siempre es bueno ver música EN DIRECTO por TELEVISION (igualito que en España).

    AC/DC «Back in black»: No detesto todo el Hip Hop. Sí que detesto que muchos raperos empleen temas de rock clásicos como karaoke o que (especialmente en el rap español) muchas canciones consten de una base mínima de bateria y bajo sobre las que escupan rimas durante sin pausa cinco minutos. Yo necesito estribillos. No puedo recordar un texto de cinco minutos. No digo que todo el rap eche mano de lo que me acabo de quejar pero habitualmente es así. No obstante, un «solo» de rap dentro de un tema rockero puede quedar bien. Aquí no tenemos un «solo». Todo el tema está cantado al estilo rap por el tal Nas, interpretando la letra original a su modo, y aunque la canción falla estrepitosamente en el apartado vocal, no sé si serán los coros de Robyn Troup, la contundencia de las guitarras rítimicas, lo agresivo que está Santana o lo buena que es la canción original, que esta versión acaba siendo junto a «Whole lotta love» una auténtica explosión de potencia. Recomiendo escucharla con el volumen del equipo de música al máximo. Ideal para hacer «headbanging«.

    The Doors «Riders on the storm»: Dolor de oidos es lo que provoca esta versión. Musicalmente está bien interpretada. No obstante ahi tenemos a Ray Manzarek, el teclista original de The Doors, pero Carlitos está especialmente cansino, tocando sin descanso durante todo el tema. Chester Bennington, que nos tiene acostumbrados a sus chillidos en Linkin Park aparece aquí demasiado comedido. Desconozco si intentaba darle un aire misterioso y sosegado a su interpretación, pero acaba sonando plano y aburrido. Parece que esté leyendo la lista de la compra en vez de cantando.

    Deep Purple «Smoke on the water»: Jacoby Shaddix de Papa Roach está mas contenido que en su banda pero me gusta como canta, le da un aire sureño al tema muy interesante. Santana, por su parte, luce un estilo con wah-wah mucho más limpio de lo habitual. Y también tenemos las puñeteras congas que tan bien sabe introducir el astro. Pero pese a ser una versión muy fiel, precisamente el poco riesgo y la alta fidelidad al clásico, y que hayamos escuchado el original tantas veces hasta acabar odiándolo, hace que cueste mucho acabar de escuchar esta canción. Por no decir que es imposible terminarla. Tan cansina como la original.   

    Van Halen «Dance the night away»: El mejicano vuelve a acordarse del público gafaspasta. Versión alegre y movida con un Pat Monahan en estado de gracia, que tiene el valor suficiente para atreverse con el «cock rocker» por excelencia David Lee Roth. Pero como digo lo borda, y eso que estamos hablando de que Pat Monahan y su banda Train han compuesto el que es uno de los hits del año y sin lugar a dudas UNA DE LAS PEORES CANCIONES DE LA HISTORIA. Dado que no quiero mancillar esta web me niego a poner ninguna muestra de dicho engendro, pero os adjunto el enlace al video del «Hey soul sister» en sus versiones videoclip oficial y videoclip «unplugged». Si os decidís a escuchar la versión acústica no me hago responsable de la salud de vuestros timpanos ante el irritante tono agudo del cantante. Impresionante lo mal que lo hace y lo bien que le ha salido este «Dance the night away». Intuyo que el técnico habrá tenido un arduo trabajo usando el «autotune» . Respecto a Santana, decir que también está muy bien, fiel a su estilo y lógicamente, sin llegar al nivel de virtuosismo de Eddie Van Halen (aunque parece adivinarse un tapping en el 2.01). Muy buena versión.

    T-Rex «Bang a gong»: Uno de los himnos del glam rock que ha sido transformada en una fallida versión, aunque no tan desastrosa como la de The Doors. Gavin Rossdale de Bush no sabe imprimir la chuleria y sensualidad que requiere este estilo. Y es que Marc Bolan era mucho Marc Bolan. No está mal, y se deja escuchar, pero solo eso. 

    Jimi Hendrix «Little wing»:  Que Joe Cocker es Dios está claro. ¿O cómo puede definirse al compositor del mejor tema para hacer un striptease? La versión es tremenda. Cocker muestra todos los matices posibles, interpreta con rabia y emoción y modula la voz como quiere. ¿No he dicho ya que es Dios? Y Santana, pese a no estarse quieto ni un momento, lo clava. Además, la producción y el sonido general es soberbio. Pero, al igual que pasaba con la versión del «Smoke on the water», este «Little wing» está tan sobado que cuesta finalizar su escucha.

    Willie Dixon & Howlin’ Wolf «I ain’t superstitious»: Carlos Santana se nos pasa al blues con este clásico de Willie Dixon & Howlin’ Wolf popularizado en los 70 por Jeff Beck Group. Potente versión con un Jonny Lang a punto de quedarse sin voz. Siempre he pensado como quedaria Santana tocando blues, y aunque aquí esté un pelin pasado de vueltas, consigue que nos olvidemos de que él es Santana. Una versión intensa, muy intensa.

    Credence Clearwater Revival «Fortunate son»: Esta es la versión del tema menos conocido del álbum. El vozarrón de Scott Stapp de los Creed interacciona muy bien con la guitarra de Santana, con unas preguntas-respuesta de voz y guitarra muy divertidas. También tenemos percusión a raudales pero queda bien. Otra canción para hacer «headbanging» sin parar con el volumen a toda hostia. 

    Red Hot Chili Peppers «Under the bridge»: Una versión cuanto menos curiosa. Andy Vargas, vocalista de la banda de Santana desde hace unos años, interpreta este tema con un aire sorprendentemente similar a Anthony Kiedis (de hecho, sino tuviera los créditos delante habria pensado que era él mismo). El comienzo parece smooth jazz y Santana toca muy intenso y por momentos casi heavy. Pero como detalles negativos tenemos la ausencia de la magistral intro arpegiada del original, la inusitada contundencia del guitarrista y el exagerado y marchoso cambio latino que aparece desde el 3:53 (ese «abajo del puente» es lamentable). Pese a todo, reconozco que en directo debe ser de lo más divertido, pero han anulado el aire melancólico y triste de la canción original.

    Vamos ahora a por las conclusiones. Santana parece estar sin ideas. Claro que, cuarenta años de tan creativa carrera la hacen a uno estar de vuelta de todo, e intereses económicos aparte, es posible que esta linea de discos de duetos le sean realmente divertidos. Pero al margen de los invitados, la lista de versiones no da lugar a duda: ha ido a por lo fácil. Clásicos de fácil escucha que a todo el mundo le gustan. Una apuesta segura. Lo que no ha sido tan seguro es lo arriesgado de alguna de estas versiones. Yo soy de la teoria de que si vas a hacer una versión, que se haga arriesgando, que se vaya a por todas independientemente del «que diran». Para hacerla igual que la original ya tenemos la original. En el cine pasa igual. La fiebre de los remakes denota la falta de ideas en Hollywood, pero cuando se intentan hacer las cosas de otra manera, salen joyas como el remake de la serie Batllestar Galactica.    

    En el caso del disco que nos ocupa, hay algunas versiones fallidas y otras espectaculares, pero la mayoria son arriesgadas. Esto es de elogiar.

    Realmente me cuesta llegar a una conclusión. La falta de ideas de Santana es patente. Ha descubierto un filón y se agarra como un clavo ardiendo. Podria entenderlo de una estrella venida a menos, pero, digamos que nunca le ha faltado el trabajo. Por otra parte, la calidad de algunas versiones denota que sigue siendo un enorme compositor. Así que por este disco merece un buen tirón de orejas a la vez que un abrazo. Menuda contradicción ¿verdad?

     Y como es habitual, terminamos con un bonus track, que no tiene mucho que ver con el artículo, pero dado que se ha mencionado, no puedo resistirme a colgaros este video.

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