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Qué duda cabe de que esta es la crónica más extraña que me ha tocado realizar. Por un lado porque se trata de un concierto que me ha provocado sentimientos enfrentados: gozo, placer, alucine, indignación y hastío. Por el otro porque voy a hacer lo que nunca he hecho: copy/paste de algunos fragmentos de esta otra crónica
Vamos a ver; tras un largo periodo de varios años en los que Vai no nos visitaba, el año pasado llegó y triunfó. Con el soberbio «The story of light» bajo el brazo, realizó una serie de conciertos de dos horas y tres cuartos de duración tremendos. Un Vai en estado de gracia, técnicamente rayando la excelencia, interpretativamente emocionando en todo momento y emocionalmente conectado con el público de una manera sentida y divertida.
Después llegó esta otra gira apenas seis meses después; una sola fecha y un público dividido (nuestro compañero Iván Macías se ubicó en el grupo de los que no lo disfrutaron del todo), pero sin duda mostrando una propuesta cuanto menos arriesgada.
Y dos meses antes de cumplir el año, retorna de nuevo y además realizando una extensa gira por ciudades españolas de esas que jamás aparecen en los planes de grupo alguno.
Con todo esto esto, no advertimos (o no quisimos advertir) las señales que indicaban que íbamos a ver lo mismo. Al fin y al cabo esta nueva gira mundial se embarcaba dentro del denominado «The story of light Tour», o sea, la misma gira del pasado año, y claro, si aquella moló que te cagas, se supone que íbamos a flipar pepinillos de nuevo, ¿no? Vale, en algunos momentos así fue, pero lo que no nos esperábamos que la supuesta conexión del guitarrista con su audiencia estaba ensayada, hasta tal punto que CASI TODO fue repetido: casi todo el set-list, las bromas, los comentarios graciosos, el vestuario, la puesta en escena e incluso la chica del público invitada a subir al escenario.
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A todos nos sorprendió la ubicación de evento: de una Razzmatazz 1 llena hasta los topes con (probablemente) la capacidad máxima de 2.500 espectadores superada de largo, pasamos a la coqueta sala Barts con apenas 1.000 espectadores tirando largo. Imaginamos que los amigos de The Project no quisieron pillarse los dedos, ya que entre la crisis, el caché del artista (que me consta fue el motivo principal para el elevado coste de las entradas) y la reciente visita cabía la posibilidad de una baja asistencia. Y si bien la sala se llenó, no estuvimos muy apretados que digamos, por tanto parece ser que la elección de la sala fue acertada.
Otro rasgo de distinción respecto a la anterior visita, pero que fue más bien una involución, estriba en la banda: Jeremy Colson a la batería, Dave Weirner a la guitarra rítimica y Philip Bynoe al bajo. No tuvimos esta vez ni a una arpista ni a dos violinistas supliendo los teclados; por tanto, algunos de ellos estaban grabados o eran interpretados por el propio Weirner (siendo sustituido entonces por uno de los técnicos de guitarras del propio Vai).
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Otra cosa por la que teníamos muchas ganas de asistir a este concierto se debió a la diferencia de set-list entre las diversas ciudades españolas de la gira y Barcelona. Dado que el concierto de Barcelona estuvo integrado dentro del 14 Banc Sabadell Festival Mil·leni, intuyo que el Ayuntamiento o la organización no quiso hacer frente a su caché, por lo que de una duración de dos horas y tres cuartos aquí tuvimos poco más de dos y gracias.
El set-list del año pasado fue este:
- Intro
- Racing the world
- Velorum
- Building the church
- Tender surrender
- Gravity storm
- Dave Weirner solo
- Wheeping china doll
- Answers
- The animal
- Whispering a prayer
- The audience is listening
- Rescue me or bury me
- Sisters
- Treasure road (with the beast)
- Fire Garden suite: Pusa road
- Jeremy Colson solo
- The ultra zone
- Frank
- Build me a song
- For the love of God
- Fire Garden suite: Taurus bulba
El de este año ha sido:
- Intro
- Racing the World
- Velorum
- Building the church
- Tender Surrender
- Gravity Storm
- Dave Weiner solo
- Weeping China Doll
- Answers
- The Animal
- Whispering a Prayer
- The Audience Is Listening
- Moon and I Intro
- Nuevo tema
- Rescue Me or Bury Me
- Sisters
- Treasure Island (with the beast)
- Salamanders in the sun
- Fire Garden Suite: Pusa Road
- Jeremy Colson solo
- The Ultra Zone
- Frank
- Build me a Song
- For the Love of God
- Fire Garden Suite: Taurus Bulba
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Mínimas diferencias como véis. En la web Rockviu nos encontramos esta pequeña galería (publicada en menos de 24 horas de la realización del concierto). La última foto corresponde al set-list. Resulta curiosa la variación que hay entre lo que los músicos tenían preparado a lo que tocaron. En concreto me refiero al tema «Moon and I», uno de los que los barceloneses no pudimos disfrutar en la visita anterior y que esta vez tampoco pudo ser. Sí, sonaron los primeros acordes del tema en versión acústica (algo que ya se antojaba como extraño puesto que el original contiene un interminable solo de guitarra en el cual Vai exprime al máximo todas las técnicas existentes en guitarra eléctrica) pero enseguida la banda dio paso a una balada vocal inédita de cuyo nombre no me acuerdo. Por cierto, también resulta curioso que todas las crónicas del evento publicadas antes que esta no la mencionen. Excelente e intensa balada todo sea dicho.
Respecto a las canciones en sí, mejor os remito a la crónica del concierto de diciembre. Sí, ya dije antes que haría copy/paste, pero lo cierto es que tras un párrafo escrito de esta manera no me parece muy ético clonar un artículo y menos siendo yo mismo su autor. Destacaría en todo caso la deliciosa marcianada «Salamanders in the sun» (la otra canción que no disfrutamos en diciembre) con la cual se hizo presente el espíritu de Frank Zappa, la potencia metalera de «Building the church» y «Fire Garden Suite: Taurus Bulba», los bendings imposibles de la «hendrixiana» «Gravity storm», la psicodelia luminosa de «The ultra zone» o la emocionante y emotiva balada «Whispering a prayer» (de la cual pienso que es una de las mejores canciones de Steve Vai de toda su carrera, al contrario de la opinión de mis compañeros de programa y web Daniel Higuera e Iván Macías, que les parece aburrida).
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—-También hay que destacar el divertido experimento llamado «Build me a song», en el que saca a una pareja de asistentes y les pide ayuda para construir una canción. Y hay que destacarlo porque la chica de la pareja volvió a ser la menuda Ana Rafecas (no recuerdo del todo bien su apellido). Tras un par de «tongos» emitidos por alguien del público, la chica volvió a disfrutar de esa oportunidad. Dudo mucho que el tour manager de Vai se guardara su teléfono para llamarla y pedirle que estuviera en tal punto de la primera fila, pero lo cierto es que… ¿cuantas oportunidades hay de que el mismo artista te saque a ti dos veces en giras diferentes? En fin, que la chica lo disfrutó y nosotros la envidiamos/odiamos por ello.
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Sobre los músicos tampoco podemos apuntar nada nuevo; grandes músicos en estado de gracia. Dave Weirner es un tremendo rítmico y un interesante solista que pudo interpretar un excelente tema acústico de su último disco; Philip Bynoe es otra bestia a nivel técnico aunque en esta ocasión se mantuvo muy estático y apenas mostró algo de su carisma escénico (que nunca ha llegado al nivel de Billy Sheehan pero que sí, que lo tiene); Jeremy Colson sigue con esa pegada inhumana y su desbordante simpatía, que demostró una vez más con un solo tocado sobre esa extraña batería portátil que cada año se vuelve más grande y con aspecto de más pesada; y Vai… pues es Vai.
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En cuanto al sonido, nos decepcionó sobremanera la mezcla inicial: unos atronadores batería y bajo que se comían a la guitarra del maestro. Al cabo de unas canciones la mezcla se equilibró, pero nunca alcanzó la excelencia de lo que esa sala puede dar de sí.
Quiero destacar también la excelente labor propagandística de la promotora The Project al publicitar este concierto. Que la visita anterior se realizara al amparo de un potente festival «mainstream» y por tanto tuviera tanta difusión tiene su lógica, pero no es habitual aunque sí muy agradable el comprobar como, en semanas anteriores, la gran cantidad de carteles distribuidos por toda la ciudad anunciaban un evento de esta clase.
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Y poco más hay que añadir: el que no viera en diciembre a Steve Vai saldría maravillado. Los que ya lo vimos salimos algo decepcionados al comprobar cómo se respetaba casi al milímetro el mismo guión, sin sorpresas, y además con la exclusión de la banda de la arpista Deborah Henson-Conant.
Para finalizar, os recuerdo que el pasado concierto lo grabamos, y total, para lo poco que se diferencian, bien podéis escucharlo y con un poco de imaginación creeros que ha sido el de 2.013. Podéis escucharlo a través de este enlace y este otro.
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TEXTO Y FOTOS: Albert Sanz
Soy Anna. No hubo tongo!!!!! Simplemente no se acordaba de mi hehehe
Hola Anna, soy el autor del artículo.
Encantado que te hayas pasado por aquí.
No pongo en duda tus palabras, pero comprenderás que haya gente a quien le chocase que te escogiera dos veces.
También comprenderás que te odiemos profundamente por ello, jejeje. Pero de buen rollo, ¿eh?
Jajajajaj lo comprendo perfectamente!
Encontré el artículo por pura casualidad, me hizo mucha ilusión 😛 muy bien escrito, por cierto!