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FICHA
- Artista: Marco Mendoza
- Sello: Mighty Music
- Año: 2.018
- Estilo: Hard rock, heavy metal, rock, A.O.R., blues, soul, country
CALIFICACIÓN
CALIFICACIÓN TÉCNICA
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Nivel de técnica: 7/10
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Velocidad: 6/10
- Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 6/10
- Nivel de coñazo virtuosístico: 0/-10
- Nivel resto de músicos: 8/10
- Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 6/10
- Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7,5/10
- PUNTUACIÓN: 7,2/10
CALIFICACIÓN MUSICAL
- Calidad musical: 8/10
- Nivel de feeling: 9/10
- Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
- Ganas de hacer “headbanging”: 9/10
- PUNTUACIÓN: 9/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8,1/10
.7,8
INTRODUCCIÓN
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Marco Mendoza es uno de estos currantes de la música que siempre aportan calidad, frescura y conocimiento del terreno que pisan. Tenerle en un proyecto asegura aumentar la dosis de credibilidad y prestigio en un buen tanto por cierto, y eso es algo que conocen muy bien Bill Ward, Thin Lizzy, Blue Murder, John Sykes, Neal Schon, David Coverdale, Ted Nugent, Lynch Mob, Right Said Fred, Derek Sherinian, Dolores O’Riordan o Tim «Ripper» Owens, entre muchos otros, o los supergupos Soul SirkUS, Black Star Riders y The Dead Daisies, su último proyecto hasta la fecha.
Bajista dotado de una buena técnica aunque sin llegar niveles de virtuosismo de un Sheehan o un Wooten, tiene un sonido reconocible y una capacidad todoterreno que se ha visto plasmada en todas esas colaboraciones mencionadas. Sin embargo, como buen músico que le hierve el rock and roll en las venas, en este nuevo siglo inició una carrera paralela en solitario que le llevó a grabar en 2.007, «Live for tomorrow», y en 2.010, «Casa Mendoza».
La trilogía se completó el pasado 2.018 con la edición de este «Viva la rock», y que aprovechando su nueva e inminente gira española —nos visitó el año pasado—, aprovechamos para analizar hoy.
El disco nació con vocación de power trio, y para ello, Mendoza se encargó de bajos y voz, Soren Andersen —Glenn Hughes, Mike Tramp, Electric Guitars, etc.— de todas las guitarras, y el compañero de éste en Electric Guitars, Morten Hellborn, de la batería. Completan la nómina de músicos dos ilustres invitados, como son Mike Tramp y Richard Fortus —Guns N’ Roses—.
El disco fue producido por el propio Andersen, quien cuenta con amplia experiencia como productor, y ocho de los diez cortes que lo forman fueron compuestos por Mendoza y Andersen, mientras que los dos restantes son versiones de Thin Lizzy y Ted Nugent.
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ANÁLISIS DE LAS CANCIONES
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1.- Viva la rock. Toda una declaración de intenciones y un single perfecto para el álbum. Transitando entre esa fina línea que separa el hard rock del heavy metal clásico, nos encontramos todos los clichés del género, tanto negativos como positivos: poca originalidad, sonar a mil referentes anteriores, riffs pegadizos, solos intensos, batería poderosa y un estribillo pegadizo.
De lo más disfrutable.
2.- Sue is on the run. Muy similar a la anterior en concepto, sin embargo suena algo más melódica al dejar el metal de lado y acercar el hard rock al A.O.R.. Composición perfecta para volar con una Harley por una autopista norteamericana que bordee la costa (¡y seguimos con los clichés!).
El solo de Andersen que acompaña a la canción, breve y siguiendo la melodía principal, es excelente, y contamos además con un Mendoza desbocado a las voces y muy expresivo.
3.- Rocket man. Con un sonido tanto de bajo como de guitarra muy grave y agresivo, que podría recordar a Black Sabbath, nos encontramos ante otro hard rock épico, de los de dejarte el cuello dislocado haciendo headbanging.
El solo de guitarra también es deudor del estilo del gran Tommy Iommi.
4.- Sweetest emotions. A estas alturas interesaría ir colocando una balada o un medio tempo, pero el dúo Mendoza–Andersen no nos quiere dar tregua y nos entrega otro hard rock cañero y alegre, con inclusión de vientos sintetizados, que recuerdan a los mejores Extreme y Aerosmith y que además es el segundo single del disco.
Las influencias latinas del bajista se hacen presente en algunos momentos, tanto en el bajo, como en la línea de batería (con un Morten Hellborn que está brutal) y en el solo de Andersen, con ecos a lo Santana.
Es curioso, pero llevamos cuatro canciones y cualquiera de ellas podría haber sido el single de presentación del álbum.
5.- Chinatowm. Y llegamos al ecuador sin haber bajado las revoluciones. Toca ahora la primera de las versiones, siendo ésta de Thin Lizzy. Se unen a la fiesta el legendario vocalista de White Lion, Mike Tramp, y el gunner y hacha Richard Fortus.
Resulta curioso que aunque reconozcamos la voz de Tramp, está todo el rato en modo imitación y homenaje a Phil Lynott, ¡y lo hace realmente bien!
El ahora dúo de guitarristas Fortus y Andersen nos entregan esas líneas dobles de guitarra tan características de la banda irlandesa, aunque es Fortus quien se encarga de darle vida nueva a los solos casi shred que grabó en su día Snowy White.
6.- Burned. Tras la apoteosis anterior ahora sí el álbum baja de revoluciones, mas no de intensidad. En formato medio tempo, la banda entrega otra canción con ese curioso sonido grueso y oscuro típico de Black Sabbath, aunque luego la composición vaya por otros derroteros. De hecho, los acercamientos melódicos de la voz al A.O.R. le vienen muy bien a una canción que sin ser balada tiene cierto aire melancólico.
El formato power trio se va al garete al tener una producción con muchas líneas de guitarra que otorgan una gran complejidad al tema.
7.- Love 2U. Causa extrañeza esos «la la la la» del inicio, sobretodo cuando entra la canción y nos vamos a terrenos de blues rock acelerado con toques de funky.
Muy buenos el sutil sintetizador con sonido Hammond de fondo y el funkero riff de guitarra y bajo.
Otra excelente composición para un disco que de momento está rozando la perfección.
8.- Leah. Ahora sí. Cuando ya casi estamos terminando, el trío saca su lado más sentimental y nos entregan la primera balada del álbum.
El rock, el blues, el soul y el country se fusionan en un tema con un sonido netamente norteamericano a pesar de que dos de los tres músicos sean daneses.
Podría calificarse de balada ñoña o lacrimógena, pero joder, es que es tan bonita que te acaba dando igual.
9.- Hey baby. Ted Nugent no es un músico que caiga demasiado bien, su carrera a menudo ha estado envuelta en polémicas, pero la segunda versión del álbum cuenta incluso con la presentación de la misma y tributo al de Detroit por parte de Mendoza.
Así como musicalmente es una gran versión y Sorensen clava el sonido y la técnica de Nugent, me resulta curioso lo mucho que me recuerda la voz de Mendoza a David Lee Roth, tanto a nivel de timbre como de interpretación chulesca y vacilona.
10.- Let it flow. Y terminamos con una canción que si bien no es lenta, tiene una atmósfera relajante, entre medio tempo y balada.
Excelente batería durante toda la composición y excelente canción; sin embargo no parece la mejor elección como cierre del álbum, dando la sensación de haber sido concebida como bonus track o cara B del single, por su aire tan diferente —aún incluyendo una segunda mitad muy rockera y contundente—. Incluso a nivel de audio parece haber tenido una producción diferente.
En modo alguno es una mala canción, de hecho es excelente, pero en el contexto del álbum y como cierre del mismo queda rara.
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CONCLUSIÓN
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EXTRAORDINARIO. No se puede calificar de otro modo. Ya en su momento califiqué al «Apocalyptic love», el álbum debut de Slash featuring Myles Kennedy & The Conspirators —link a la crítica aquí—, como el mejor disco de hard rock de este nuevo siglo. Pues «Viva la rock» sólo está unas décimas por debajo. Y creedme, me ha costado mucho escribir este artículo sin ponerme hacer headbanging.
Es cierto que escuchándolo surgen influencias de bandas o músicos con los que Mendoza ha trabajado en algún momento, como Whitesnake, Black Sabbath, Thin Lizzy y prácticamente todo el hard rock de los 70 y los 80, pero la calidad de las composiciones es tal, que será imposible para el oyente quedarse quieto ante diez canciones que se convirtieron desde el momento en que el disco salió a la venta, en himnos del rock.
Sin embargo, hay algunos puntos negativos que me hacen no poder catalogarlo de obra maestra ni poder ponerlo a la altura del álbum de Slash y compañía. De entrada, ese último tema, «Let it flow», que si bien es maravilloso, en el contexto global del disco parece no encajar. Segundo, la voz de Mendoza no es la de Myles Kennedy. Aunque no obstante, es expresiva, tiene garra y queda perfecta en las composiciones. Y tercero, por desgracia, a nivel de mezcla y producción el sonido resultante viene marcado por la viciosa moda de la «loudness war». Intentando que tenga pegada y potencia, el resultado puede acabar cansando y además ha afectado de algún modo a la batería, que no acaba de escucharse con nitidez.
El último pero, se lo pondría al hecho de que el álbum venga firmado por Marco Mendoza y no algo en plan «Mendoza & Andersen Project». Y es que no sólo es que Soren Andersen toque todas las guitarras con notable pericia, haga coros con solvencia y haya producido el álbum; es que además ha compuesto las ocho canciones propias del disco junto al bajista. Darle más crédito en el nombre del grupo —al margen de que aparezca en los textos y fotos del libreto— sería reconocer que al menos, el 50% de la gran calidad de las composiciones ha sido responsabilidad suya.
Aunque por otra parte, entiendo y estoy seguro que el hecho de que el disco venga firmado únicamente por Marco Mendoza se debe a un tema de marketing, al tener éste un mayor nombre y recocimiento en la industria.
En cualquier caso, pese a que los peros están ahí, sigo insistiendo en que estamos ante el segundo mejor disco de hard rock de esta década. Una puta maravilla que merece estar en un puesto de honor en la colección de CD’s —o vinilos, que también ha salido a la venta en este formato— de todos los aficionados al rock.
Y por supuesto, no puedo terminar este artículo sin dejar de insistir en que vayáis a ver al trío en su inminente y larga gira española. Las fechas, tal y como podéis ver en nuestra agenda de conciertos, son las siguientes:
- 21/03/19 – Forum Celticum – A Coruña
- 22/03/19 – Pub Transylvania – Vigo
- 23/03/19 – Sala Mythos – Bilbao
- 24/03/19 – Rock Urban Concept – Vitoria
- 26/03/19 – RockSound – Barcelona
- 27/03/19 – Utopia – Zaragoza
- 28/03/19 – We Rock – Madrid
- 29/03/19 – Nave Búnker – Salamanca
- 30/03/19 – Sala Nana – Ciudad Real
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TEXTO: Albert Sanz
FOTOS: Redes sociales de la artista
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